Chk, Chk, Chk: Baila, Baila, Baila !!!

Grupo: !!!
Sala: Joy Eslava

La entrada de la Joy estaba a reventar. No sabíamos exactamente qué tipo de directo iban a dar los Chk Chk Chk pero, una vez dentro, el tipo que estaba justo al lado nuestro nos advirtió que no dejásemos nada encima de los altavoces, dijo que en el último concierto que dieron aquí, en Madrid, el cantante se subió a un altavoz y dio una patada a todo lo que estaba sobre él, abrigos y bolsos inclusive. Sonreí mientras temía por mis pertenencias y de repente las luces se encendieron. El directo arrancaba.

La cantante Lea Lea salió al escenario en muletas, decoradas con lucecitas blancas. Explicaron que Lea se había roto el tobillo nada más empezar la gira. Vaya, qué mala suerte. Aunque cuando empezó a cantar, sentada en una silla, empezó a mover sus manos, el pelo, los hombros, la pierna escayolada, todo a la vez.

Pero si tengo que arremangarme las mangas de la camisa, para hablar de lo que realmente fue lo mejor del directo, es para hablar de su cantante Nic Offer. Vaya pedazo de tío. Carisma y locura gobernaron su cuerpo, bailó durante todo (absolutamente todo) el concierto. Estuvo moviéndose de un lado a otro del escenario, después saltó para cantar junto al público, luego volvió a subir, a los que estábamos en primera fila nos salpicó el sudor que corría por su frente y bailó locamente otra vez.

Era muy llamativo todo aquello porque Nic, con tanto aspaviento, parecía que se había tomado speed con Coca-Cola pero el resto de músicos estaban tranquilos. Tocaban muy concentrados y ajenos a la locura que se apoderaba del escenario.

Hicieron sonar NRGQ, Dancing Is The Best Revenge y Throttle Service, aquello fue un repaso de su nuevo disco Shake The Shudder, del que salí pensando que tiene energía incrustada en cada tema.

Cuando quise darme cuenta el directo había terminado y de verdad que me dio pena. Me lo pasé tan bien que habría pagado para que el directo empezase otra vez. Bailé por inercia, grité cosas en inglés y sin sentido de forma aleatoria, me reí con Nic sin que éste lo supiese y escuché canciones que cayeron como misiles en una Joy que se volvió loca por tener delante a una banda buena, con todas las letras y exclamaciones.