Grupo: Arenal Sound 2012 sábado
Sala: Burriana

JUEVES / VIERNES / SÁBADO / DOMINGO

Tres días de festival hacen mella, y o se va muy motivado o el Arenal Sound no se aguanta. Ayer sin duda fue una jornada para los benjamines, tanto entre la masa como sobre el escenario, y algunas de las bandas más jóvenes dieron una buena lección. Hoy por la mañana, los derrotados deshacían sus pasos y se marchaban Quechua plegada en mano.

El Arenal Sound ha apostado por bandas con poca trayectoria, algunas con tan sólo un disco en el mercado, o ni eso. Sus razones económicas tendrá, además de que posiblemente den menos la lata por las deficiencias sonoras, que ayer no fueron pocas. Por suerte unos cuantos músicos con ganas pueden salvar a la peor de las organizaciones. Y de paso dar una lección a otros que llevan más tiempo rodando.

Los noruegos Kakkmaddafakka (en la imagen) se encargaron de que para el final del concierto supiéramos pronunciar su nombre de carrerilla, y de paso dieron un espectáculo de cinco estrellas. Parece ser que para ellos nada es suficiente. Ni reunir a todo el festival frente al escenario con tan sólo un LP en el mercado. Ni contonearse medio desnudos al más puro estilo adolescente. Ni tener a dos bailarines rollo ochentero amenizando el espectáculo. O salir a ondear una bandera inmensa. Conquista total. Este verano hemos visto su nombre en numerosos carteles, y sin duda son una apuesta segura para un festival. Fueron lo más destacado del día, y del festival hasta el momento, dando una lección de lo que es un buen show, capaz de transformar hasta a un amante de Bach en todo un groupie.

Las jovencísimas apuestas valencianas que llegaron de la mano del concurso Arenal's Road fueron la única excusa para acercarnos al escenario Coca-Cola, situado en plena playa y descolgado del resto del recinto. Skimoes pueden seguir presumiendo de reunir un pequeño club de fans incondicional. La banda, para bien o para mal, traen aires de los grupos de indie rock de principios de siglo. Su actuación sobre el escenario se va consolidando y ayer pudimos ser testigos de una rápida madurez. Aunque Red Buffalo fueron la gran sorpresa, una de las pocas bandas que ha logrado tener presencia en un escenario que queda grande a los debutantes. Un concierto muy sólido de folk americano, sucio y excitante.

La carne fresca lo que más llamó la atención en la jornada de ayer. Es imposible imaginar un concierto de Lori Meyers en un festival sin una marabunta de público que cante todas las canciones. Pero los granadinos estuvieron sosos, quizás por no estar a la altura del espectáculo al que nos tienen acostumbrados, o porque dos años rodando con el mismo setlist y uniforme ya cansa. Tampoco sus paisanos Niños Mutantes conmovieron.

El resto de la noche se resumió en un vagar de escenario en escenario buscando algo de diversión sin demasiado éxito. Los Campesinos! definitivamente no fueron una buena apuesta para la noche, ni para el festival en general. Su actuación fue monótona, difícil de seguir, y ni siquiera siendo casi una decena sobre el escenario lograron dar un buen espectáculo. Two Door Cinema Club tuvieron algo más de suerte. La noche avanzaba y la gente tenía ganas de bailar, aunque fuera con un disco más que escuchado. Su fama les precede, y el público iba condicionado previamente para pasarlo bien.

Con sólo un día por delante, la estepa de Burriana se comienza a vaciar, y para bastantes tres días han sido más que suficiente. Con casi una semana de alcohol en vena, la música se vuelve prescindible en la recta final y se retiran casi como vencidos en el campo de batalla. Los que aun aguantamos, esta noche no nos perderemos a Wombats, Corizonas o The Ting Tings.

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