Grupo: Electric Eel Shock + Peelander-Z
Sala: Durango Club

De vez en cuando es recomendable cambiar de aires, musicalmente hablando. Si estás cansado de tanto grupo folk, puedes optar por una buena dosis de sonidos eléctricos, rozando el heavy, además de probar suerte con el air guitar.

La propuesta que nos reunió en

Peelander Yellow repartió baquetas y cencerros entre el público para acompañarles, e incluso intercambiaron los instrumentos con tres personas escogidas a dedo y hubo tiempo hasta de saltar a la comba. La música, entre el punk “ramoniano” más clásico y el hard rock, con temas como “Ninja High School” que dejan clara su procedencia nipona o “So Many Mike”, divertidas melodías para pasar un rato agradable.

Los Electric Eel Shock son otra cosa, se lo toman más en serio pero no por ello son aburridos. Comenzando por el batería que se presentó con una camiseta y una especie de calcetín en sus partes nobles, al estilo de esos calzoncillos con trompa de elefante que se pueden encontrar en las tiendas de objetos de broma. Aquí la onda musical se acerca más a unos Motorhead o Led Zeppelín, con solos épicos de guitarra que te dejan asombrado por la habilidad de Aki con las seis cuerdas de su instrumento en forma de flecha.

El grupo es más conocido fuera de Japón, puesto que han girado con artistas como The International Noise Conspiracy o Danko Jones. El primer tema en sonar fue “Out Of Control”, dejando bien claro que no se andan con chiquitas, con temas rotundos y una actitud guerrera. Aquí también se acercan al público, dialécticamente al presentar los temas como “Bastard”, incitando al público con frases como “You and you and you, all of you are bastards!” en tono humorístico.

A veces no puedes explicar porqué te ha gustado un concierto, en este caso no es esencialmente por la música, sino por la actitud de la banda. La energía y potencia con la que se muestran en directo es comparable a un vendaval, con unos riffs de guitarra demoledores y el batería tocando con doble bombo y dos baquetas en cada mano, mientras el bajista permanece más en segundo plano, pero su aportación es destacable.

También ofrecieron una versión acelerada del “Iron Man” de Black Sabbath, reconocible desde sus compases iniciales pero apretando el acelerador a partir del primer verso. Otro de los temas esenciales de la banda, “Metal Man” no se quedó en el tintero, y por espacio de una hora estuvieron presentando sus canciones ante apenas un centenar de personas que disfrutaron en las primeras filas con unos pogos. Una última salida para despedirse, interpretando “Suicide Rock´n´roll” y para terminar “Scream For Me”, poniendo el punto final a una inolvidable actuación.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.