El Día de la Música (Heineken)Esther Costa Alegre 21 junio, 2009 Grupo: Ratolines + La Bien Querida + Manos de TopoSala: The Face La sala The Face fue el nuevo escenario escogido para celebrar el día de la música Heineken en Valencia. Todo un acierto, porque si de algo podemos presumir los valencianos es de nuestras playas y esta discoteca situada en Pinedo dotó de cierto aire romántico, de brisa veraniega y de olor a salitre a las actuaciones de Ratolines, La Bien Querida y Manos de Topo (sí, ellos son muy sentimentales). Comenzaron los valencianos Ratolines, ganadores de la última edición del proyecto Demo del FIB. Su música abarcó muchos estilos, desde folk, pop psicodélico, bossanova y hasta jazz combinaron en una actuación que tiró tanto instrumentos clásicos como de juguete. Sus elegantes melodías crearon una atmósfera perfecta. Se les compara nada menos que con Calexico pero ellos tiran más hacia el estilo (si es que es un estilo) banda sonora. La Bien Querida, Ana Fernández, es una artista de los pies a la cabeza. Esta pintora de profesión, empezó hace un par de años a tocar la guitarra y animada por sus reputados amigos, como Jota de Los Planetas, se decidió a componer sus propias canciones. Así nació el disco Romancero (Elefant, 2009). Aunque ha surgido en la época de las niñas guitarra, no tiene nada que ver, ella es diferente, y tampoco es una niña ya. Sus canciones tienen un no sé qué que engancha y te roba el corazón. Una mezcla de sencillez, ternura e ingenuidad. Las letras hablan de amor, desengaños, esperanzas…”Si me desperté un mañana a tu lado es que el universo no estará tan mal pensado, yo con tus caricias ya me hubiera conformado…” con estas letras tan sinceras, sin tapujos, cómo no nos va a enamorar. Lo mejor que tiene Ana es esa voz tan dulce y aterciopelada. Por eso, el concierto gustó, casi más que el disco porque no necesita de tanto arreglo para brillar. Aunque en determinados momentos iba un poco a destiempo y se comía alguna palabra que otra, quizá por los nervios típicos de los principiantes. De cualquier forma, sólo lo notamos los que conocemos sus letras al dedillo. Hizo un repaso del disco, más un tema nuevo, “Monumentos en la Luna”, terminando con “9.6”, la canción bakalao (el sitio era idóneo para ello). Después de tal estallido de elegancia intimista llegaba Manos de Topo. De este cuarteto barcelonés también destaca la voz, pero esta vez no por su dulzura, sino por su extravagancia. La primera vez que escuchas al chico que llora te choca y puede que lo descartes de inmediato, pero si les das una oportunidad descubres que sus letras están plagadas de buen humor. Tocaron temas de su último disco El primero era mejor y del anterior como la apología al desencanto “es feo” y “Morir de celos”. Además, esta vez se acompañaron de un violín, junto a su ya habitual xilófono. Se ríen de sí mismos y de todo lo demás, buscan el lado cómico del desamor. Una posible receta para superar las malas rachas. Habrá que probarlo. Como remate de esta peculiar noche La Bien Querida, Miguel Ángel de Manos de Topo y Jaime L. Pantaleón versionaron la canción “Baraja de Cuchillos” de Joe Crepúsculo (Otro bizarro con mucha imaginación de la escena actual). Esta canción forma parte del disco que regalaba Heineken (regalaba, sí, pero en Madrid no en Valencia) junto a otras versiones como “Del montón” original del Sr. Chinarro e interpretada por Extraperlo y Julio de la Rosa o “First Of he Gang To Die” de Morrisey cantada por Mendetz y Dorian. Sin duda, una buena idea. Con estos originales autores y junto al mar celebró Heineken el día de la música. Pero nosotros casi cada día, cada hora, cada minuto, cada instante celebramos que la música existe para acompañarnos y hacernos sentir que no estamos solos. A veces, es lo único que queda cuando las cosas no van todo lo bien que deberían. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.