Episodio II_ Cartel extraplanetario para una noche planetariaQuique Medina 28 julio, 2007 Grupo: Contempopranea 2007Sala: Localidad de Alburquerque VASELINA INTRODUCTORIA Hacía muy pocas horas que, con el sol calentando ya nuestras cabezas, habíamos salido del Tegamar (céntrico y mítico bar del pueblo donde los contempopraneos más aguerridos acaban degustando cañas y tostadas de aceitoso jamón serrano) y ya nos encontrábamos, tirados, en el césped de la piscina municipal de Alburquerque. Mi gente y yo en particular no habíamos tenido excesivamente suerte con el alojamiento y los amables alburquerqueños nos la habían vuelto a jugar: esta vez confundieron el término casa con el de garaje…un fallo lo tiene cualquiera; pero claro, allí no había quién pegara ojo. No obstante, no importaba demasiado porque era sábado, estábamos ante inmejorable cartel de música y la piscina del Contempopranea siempre fue un lugar maravilloso, de esos con los que sueñas en las largas horas de oficina. Además, este año nos traíamos el gorrito de piscina de casa, así que nadie nos iba a coartar nuestra felicidad por un puñado de euros. Coloridos/as chicos/as guapos/as y poperos/as descansan en recogidos grupos y debaten sobre los conciertos que ocurrieron anoche y se frotan las manos con lo que está por ocurrir en la jornada de hoy. Alguien se saluda efusivamente con alguien: dos amigos que no se veían desde hace un año se abrazan. Sí, esta era, un año más, la piscina del festival, que merecía su párrafo a parte. *Por cierto se vislumbran las obras bastante avanzadas de la nueva alberca de la localidad. ¿Dejar la piscina donde tan felices hemos sido? ¿Os he contado que en el verde césped de esta piscina ella (sí, la guapa sureña) y yo retozamos hasta parar el tiempo?…No sé, a mi los cambios me acojonan. SÁBADO 28 de JULIO Los Planetas eran la estrella de un festival cuyas taquillas habían acusado violentamente su presencia. Pero, y así como, a priori, el día anterior planteaba dudas, the saturday night no ofrecía atolladeros donde esconderse entre actuación y actuación: todo era importante. Sr. Chinarro, Lori Meyers, Triángulo de Amor Bizarro, La Costa Brava y Standard…se me cae la baba sobre el teclado al recordar. Individual jugaba, para algunos- como ganador del concurso de maquetas- a ser el grupo desconocido; pero lo cierto, es que para mi era apuesta segura…otra de las ventajas de ser valenciano. Me había situado en mi atalaya radiofónica y casi sin tiempo a tomarme una cerveza ya habían salido a escena los paisanos de Individual. Sin duda el día era más caluroso, lo que colmaba de dificultad el acercamiento del público al interior del recinto. Pero el sexteto mediterráneo no se amilanó y entendió, desde el principio, que hasta la otra punta de España había venido a disfrutar y este espíritu desde el primer acorde se notó en sus frescas guitarras herederas de Luna, Galaxy 500 y, sus padrinos, Polar. Sorprendiendo- ya digo: a mi no- al personal con su pop folk de cuidados detalles, comenzaron a ver como las cabezas bailongas se multiplicaban poco a poco a sus pies- uno de los que más vibró fue el propio Agustín Fuentes, director del festival- logrando así abrir la tapa del impresionante sábado con una actuación excelente, animada y con alta calidad sónica que, además, regalaba currados finales instrumentales e inesperados al más puro estilo Arcade Fire. Para los que no llegaron y porque son de la tierra: www.myspace.com/individualss Que La Costa Brava actúe a las 22 horas en el Contempopranea da una perfecta idea del peso de los nombres que por arriba debe haber. A Sergio Algora y a Fran Fernández no les preocupan estas exquisiteces, ellos son más de salir y aquello del “carpe diem”. En el origen de la gira de su nuevo disco, “Velocidad de crucero”, los puede ver en Valencia y, la verdad, fue un poco desastre; así que lo compactos que salieron al mediano escenario extremeño desde el principio me impactó positivamente. Recordando las pautas por las que se había formado el grupo: diversión, válvula de escape y poesía automática, Algora y Fernández capitanearon a un grupo que sí recuperó la ilusión del “Llamadas perdidas”. La llegada de Richi Vicente (ex Tachenco) parece les ha dado un punch de ilusión y, por si fuera poco, compositivo, a un grupo que volvió a dar una lección de pop amable y lírico. *Sé que más que menos estoy poniendo bien a todos, pero al castillo pongo por testigo de que esta edición del Contempopranea ha sido redonda musicalmente) “Hola poperos”. Con este saludo-en el que se pudo leer entre líneas: “de mierda”- quiso advertir, la componente femenina de Triángulo de Amor Bizarro, de que el pop amable había llegado a su fin, aunque sea por la próxima hora y cuarto. Bañadores y calcetines hasta las rodillas. Y como la fría guillotina que cercena venas y huesos a su paso arrancaron los vigueses su actuación difícil de encajar en este festival y por ello digna de aplaudir. Aún seguía en shock la gente, pero la mayoría sin moverse del sitio, cuando ya acababa una de las mejores, por rotundas y empacadas, actuaciones del festival. Con ese ruido incómodo que a la Velvet Underground le dio-benditos sean- por llamar música, el bizarro trío de guitarras y batería recordó- benditos sean- a los homenajeados el año pasado, Surfin Bichos. Punk indie con hechuras harcdcore, llámenlo como quieran, me da igual, pero no se los pierdan en directo. Aquí tocaron poco y de corrido, pero bastó para sanarnos. Los Planetas. Cuando veo juntas las palabras que forman su nombre me doy cuenta de que ya son grandes. El público del Contempop también sabía esto y fue por ello por lo que la zona de conciertos ya era un mar de cabezas muchos minutos antes de la salida de los granadinos a escena. Un sol combustionaba en las pantallas del escenario teletransportando más calor si cabe a las apretadas filas de festivaleros. El palio que cubría la batería de Eric sobreexcitaba al personal que esperaba nervioso ver sus siluetas. Se plantaron, solemnes, por fin sobre el escenario y a J le dio, como en el día anterior, por reir; no había mejor augurio y así comenzó la primera parte, flamenca y alucinógena, de Los Planetas. “El canto del bute”, “La verdulera”, “Estaba loco por ti”, “Ya no me asomo a la reja”, canciones que, pese al regusto flamenco, conservan la esencia oscura y enganchante del grupo andaluz. Y así Florent- entretejiendo imposibles melodías ocultas y enmarañadas-, J – reverenciando con nasal voz a los cantaores que ahora le pirran- Banin y Miguel se alinearon para, con el mismísimo Satán de nombre Eric Jiménez detrás, facturar una hora de sus mejores temas: “Corrientes circulares en el tiempo”, “David y claudia”, “Un buen día”, “Santos que yo te pinte”…Vale que los mejores conciertos de los grupos no se ven en los festivales, que para eso mejor pagar la entrada de sus giras, pero este tuvo algo de especial y si no que se le pregunten al propio J. A J le daba por quedarse entre bambalinas, empezaba Sr. Chinarro y, aunque comenzábamos a estar exhaustos, esto no se podía dejar pasar. Antonio Luque-esto ya es de escándalo, ¿qué tiene el vino extremeño?- también salió simpatiquísimo, lo juro. Por fin Sr. Chinarro se ha convertido en una banda, y aunque la punta de este miembro sea Antonio Luque, no hay más que verlo junto a los tres músicos que ya llevan buenos kilómetros acompañándole. Buen rollo, buen sonido, buenas vibraciones y mejores canciones protagonizaron una actuación que, a pesar de haber creado huecos en el público respecto a sus predecesores, se agradeció más pausada y comprensible. Si antes el flamenco y las raíces flamencas las mezclaron Los Planetas con el noise, ahora era el folk y el pop de hechuras norteamericanas las que se llevaban al Sr. Chinarro al agua. “El Mundo según…” fue el disco más presente, aunque clásicos como “Dos besugos” y alguna nueva composición le dieron un toque de exquisitez al concierto. Si ya estábamos un poco destrozados- el bajón tras el subidón- a Lori Meyers, y en particular a Noni, poco le importó. Con la energía del veinteañero que es y con la camiseta del Almería- recién ascendido a segunda- salió el vocalista y guitarra- por cierto, ¡qué guitarra!- de los de Loja a comerse, sino el mundo, la pequeña parte que allí estábamos. Se les tilda de banda pop y con Los Ángeles y Los Beattles se les compara, cosa que a ellos no les disgusta, pero tampoco los importa. Y es así como sus guitarras se descontrolaron y sonaron a puro rock&roll cuando les dio la gana…ahora eran The Kinks. Lo que está claro es que, y ya lo dije unas crónicas más abajo- *leer crónica Manises Ceramic Festival– llevan ya mucho tiempo en el tajo con “Viaje de estudios” y “Hostal Pimodan” y en directo, para bien, se nota; aunque hay que reconocer que junto a «La pequeña muerte» hubo sorpresa y nos dejaron probar nueva obra. ¡Ah! Y J que volvió a la parte trasera del escenario para ver a sus paisanos. Cuando los encargados de aderezar el back line de Standard enfrentaron las dos baterías que acostumbran a utilizar en los directo los vascos, ya se vislumbraba que la traca final iba a ser fina. Así que vestidos de blanco y con brazaletes negros decorados por la bombilla identificativa del grupo pronto, sobre todo el cantante, dejó entrever que la química corría a borbotones por sus venas. “¡Somos vascos, pero de los buenos!” gritó Deu Txakartegui con una sonrisa de aquí a Lima y los ojos fuera de las órbitas. Y eso fue lo más bonito que le dedicó a un público al que no paró de provocar con verbo y bailes “morrisianos”, es decir, al fin y al cabo: un capullo, pero con estilo. En lo musical, impresionantes…que queréis que os diga. Cierto que no fue la apuesta más elaborada, tampoco estarían en el pódium, pero cerrar el festival con esa potencia con control y haciendo bailar a los muchos que aún aguantaban con una puesta en escena y al fin y al cabo, rock, pues oye, se agradece. “Habéis sido un público cojonudo…hijosdetouta”: gran final. Y nos fuimos al Tegamar… Pues eso, que se ha acabado… Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.