Jeremy Loops: Claves para sentirse vivo

Grupo: Jeremy Loops
Sala: Arena (Madrid)

Lo reconozco. No tengo ni idea de lo que voy a escuchar. El menú tiene muy (pero que muy) buena pinta. Jeremy Loops viene a presentar en Madrid su primer álbum Trading Change gracias al buen hacer de la editorial de música independiente Alondra Music.

Entro en la sala Arena y el directo ya ha arrancado. Público, de corte australiano surfero post-adolescente, guarda sitio entre las primeras filas. Loops está en el escenario interpretando Welcome, maneja su armónica desenfadado, suena y parece simpático. En este tema combina rap, beatboxing y música popular y no sé cómo lo hace. Él lo resuelve con tanta facilidad que parece que se le acabe de ocurrir.

Poco tarda en salir el resto de la banda, se abrazan, chocan sus manos. De repente Loops muestra un juguete infantil al público, nadie entiende nada pero es divertido. Entre risas explica el haber creado un loop con él y del que se va a servir para interpretar Mission to the Sun. Suena saxofón, guitarra, bajo, batería, armónica, juguete y Loops. Mis oídos se saturan en el sentido más positivo de la palabra. Tras de mí escucho gritos equiparables a ganar el euromillón. La cordura se pierde durante el proceso, es maravilloso.

Loops charla con el público, el tío tiene carisma, alegría; encasillado como yerno ideal enseña cómo maneja los delays. Con tan sólo apretar un botón su voz cambia de registro, suena a pitufo, luego a orco. Escucho las primeras notas de Down South y es cuando Motheo Moleko sale a cantar derrochando un rollazo de padre y muy señor mío. Aprovechan entre canción y canción para comentar lo agradecidos que están por pisar España, nos quieren mucho. See I Wrote It for You vino un par de temas después para cerrar su concierto, poco a poco el folk moderno de Loops ha ido filtrándose en la sala, su personalidad sobrevuela en cada uno de los minutos del directo.

En definitiva, Loops y su banda se meriendan a todo el mundo. Incitan a sonreír hasta enseñar los empastes, a bailar como necesidad vital.

Crónica: Carmen Sánchez Adán

Photo credit: Ibaiobo