Grupo: John Mayall
Sala: Sala Apolo (Barcelona)

El pasado martes 21 de febrero John Mayall, también conocido como el padre blanco del blues, llenó la Sala Apolo en Barcelona de buena música y una actitud inagotable, en lo que fue el último concierto de su gira española de presentación de su último trabajo ‘Talk about that’. Un trabajo en el que el británico asentado en California nos lleva de viaje por sus más 60 años de carrera musical y nos regala un blues que se impregna y apoya en estilos desde el el rock hasta el jazz y el r&b.

El músico, con 83 primaveras vividas, no visitaba España desde que en 2014 realizó su gira de celebración de 80 años. Sin embargo, su actitud cercana al dirigirse al público nos hacía sentir como si esta fuera su casa o, al menos, un lugar que lo hace sentirse como si lo fuera.

Foto: Marina Seijas.

Foto: Marina Seijas.

Con camisa estampada y zapatillas deportivas, físicamente envejecido pero impregnado de vitalidad, el padre del blues parecía rejuvenecer tras cada tema interpretado. La rapidez de sus dedos sobre el teclado y sus ágiles movimientos con la guitarra en temas como ‘Voodo music’ nos hicieron viajar en el tiempo. Esa noche, toda la sala viajó hacia la década de los 70. Los años parecen que no han pasado para algunos.

Pero no todo el protagonismo fue para John Mayall. Junto a él, complementándose sobre el escenario, estaban el virtuoso bajista Greg Rzab y el batería Jay Davenport, quienes ayudaron a sopesar la falta de Rocky Athas a la guitarra. A pesar de ser una elección arriesgada la de representar el blues sin las seis cuerdas marcando la melodía en cada momento, el trío ha conseguido demostrar, entre teclas, cuerdas, percusión y un armonioso viento, que si el trabajo es de calidad, los esquemas pueden alterarse sin alterar el resultado.

Horas después de las 9:30 de la noche, cuando el trío subió al escenario de una sala llena de un público entregado y entusiasta que abogó en todo momento por el respeto tanto a los artistas como al resto de espectadores que querían disfrutar del show en esa jornada ya casi primaveral, llegaron más tantas de aplausos y gritos de aprobación, que hicieron que los músicos no pudiesen evitar volver a salir al escenario una vez terminado del concierto. Un bis esperado, que respondía a las plegarías del único espectador que osó interrumpir hasta los solos más profundos. Por fin sonaba ‘Room to move’ para despedir lo que había sido una noche llena de nostalgia.

Tras dos horas de música durante las que el británico plantó cara a su edad y no dejó en ningún momento de moverse del teclado a la guitarra y de la guitarra a la harmónica, dos horas de blues  durante las que su voz no se debilitó y su sonrisa no desapareció, solo podemos preguntar una cosa: Después de todos estos años dedicados a la música, desde antes de The Bluesbreakers hasta hoy, ni Calpton, ni Mick Taylor ni Peter Gren, John Mayall ¿quién no quiere ser como tu Mr. Bluesman?

Foto: Marina Seijas.

Foto: Marina Seijas.

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