Grupo: FIB 2019
Sala: Benicàssim

Siendo ya el festival más veterano del panorama nacional, el Festival Internacional de Benicàssim amanecía con alrededor de 46.000 asistentes menos que en anteriores ediciones. Un amparo del público notablemente menor teniendo en cuenta que este 2019, el FIB celebraba su 25 aniversario. La caída en el número de asistentes se achaca a un cartel algo menos ambicioso y de una altura más minúscula a nivel comercial que otros años, así como a la aglomeración de festivales que están celebrándose en esta época en la misma geografía. Aun así, confieso que el cartel, ha estado repleto de muchísima letra pequeña que, en un principio no se ha sabido leer, pero que ha sido la protagonista de algunos de los mejores momentos de este FIB. Un cartel estimulante, diferente y tentador en el que han destacado bandas novel de altísimo nivel.

La conciencia colectiva es que se trataba de un año de transición, de pulir algunos aspectos económicos y encontrar de nuevo la ruta a seguir. De volver a recuperar un público español que en los últimos años encogió. Y esto, a pesar de los números generales, se ha conseguido. Se ha vivido un ambiente agradable, donde el idioma universal ha sido la música.  En cuanto a cifras se refiere, esta edición ha finalizado con 114.000 asistentes totales frente a los 160.000 de la edición pasada, siendo el sábado el día más cotizado por el público fiber. La última edición bajo el mandato de Melvin Benn. Se viene una nueva era para el FIB.

La primera sesión del festival arrancó el jueves 18 con solo dos escenarios en funcionamiento donde destacó la actuación de Kodaline que gracias a su carisma sobre el escenario logró conectar con un público exultante. Pero el más esperado de la noche era Fatboy Slim, uno de los cabezas de cartel internacional y uno de los veteranos del festival. El Dj revolucionó e hizo bailar a los asistentes a la vez que salían los primeros rayos de sol.

Con un sonido fresco y desenfadado Superorganism comenzó la jornada del viernes en el escenario Las Palmas de Radio 3. Tras su actuación, llegó uno de los atrayentes de esta edición, la banda británica pop The 1975. Capitaneada por Matthew Healy que brindó algunos de sus grandes éxitos  con un sonido impecable y un show que invitaban a mover el esqueleto durante todo el concierto. «Somebody Else», «Love It If we Made It», o la enfadadísima «TOOTIMETOOTIMETOOTIME» sonaron para dar rienda suelta a la energía de un público feroz.

Siendo la más esperada de la noche y lejos de conseguir su objetivo llegó Lana del Rey, eso sí, haciéndose de rogar y comenzando 27 minutos más tarde de lo esperado su actuación. Con la delicadeza y el sentimentalismo que la caracterizan, repaso la lista de hits que ha generado a los largo de sus carrera musical, con cuatro álbumes en el mercado. Con una propuesta vintage, un decorado inspirado en aires californianos, donde no faltaron las palmeras,  y acompañada de dos bailarinas, realizo una actuación un tanto superflua, hueca y en ocasiones dudosa. Rozando un línea muy delgada entre lo aburrido y lo plácido. Aunque defendió su categoría de cabeza de cartel con un talento vocal impecable. Casi a la vez, La Maravillosa Orquesta del Alcohol, a ritmo de “Los Héroes del Sábado” puso melodía al escenario Carrefour. El grupo uniformado revoluciono la noche del  público patrio con su poderío.

La noche, con pinceladas de amanecer, no pudo finalizar de mejor manera, con OchoymedioDJs haciendo vibrar el escenario Thunder Bitch con los mejores éxitos de la música independiente y comercial. La primera jornada con sus cuatro escenarios funcionando a pleno rendimiento.

La primera vez que Kings of Leon pisaron el escenario del FIB fue en 2013. Ha llovido desde entonces. Ahora la banda estadounidense es muchos más conocida y ha encontrado su sonido propio. Un sonido que consigue un seguimiento brutal y que llenó su concierto siendo uno de los más esperados de esta edición. No defraudó. “Sex on Fire” uno de sus himnos que no faltó en la recta final, así como “Use Somebody” inmortalizando y creando instantes mágicos para un público universal, recuerdos que los fibers defienden, solo se viven en este festival.

Con un directo divertido y potente, retumbó el escenario Thunder Bitch con Carolina Durante, uno de los grupos que pese a su corta trayectoria, poseen una potencia y personalidad única. “Las canciones de Juanita y “Cayetano”, entre otras, eclipsaron a un público muy parecido al de Belako, que demostró su talento en el escenario Carrefour, prácticamente solapándose con los madrileños. Tras ellos, La Zowi, acompañada de sus dos bailarinas, convertía el mismo escenario en un show excéntrico y sensual, que a pesar de que no todo el público comulgue con ella y su manera de hacer música, ofreció una actuación interesante donde demostró el fenómeno contracultural que representa.

Al otro lado del recinto, en el escenario Las Palmas de Radio 3, la cancelación de Bakermat no sentó demasiado bien entre su publicó, mayoritariamente internacional. En su lugar  Cora Novoa llegó para paliar la ausencia y así se cerró otro día en el FIB.

El último día de Festival llegó a ritmo de Cariño. Y Cariño suena a fiesta. En el escenario Carrefour, las que vimos defenderse sin alardes, transmitiendo quizá en menor medida que antaño, pero mostrando su carisma en cada una de sus canciones.

En el escenario Las Palmas de Radio 3, el encargad de animar la jornada fue George Ezra. Con una actuación impecable, divertida y llena de ingenio, interpreto temas como “Budapest” o “Shotgun”. A su vez, en el escenario Thunder Bitch, Cupido puso ritmo y sorpresa a la jornada. Ritmo porque es indiscutible que la mezcla de pop de Solo Astra y el rap de Pimp Flaco es una combinación explosiva de la que salen temazos como “Autoestima” o “Milhouse”. Y sorpresa porque, para ser su debut  en el FIB, ha superado con creces las expectativas.

Tras ellos, fue el turno de Mueveloreina, que inundaron el stage Thunder Bitch en un espectáculo lleno de energía y temperatura.Pero si hay algo que destacó en la jornada del domingo fue el esperadísimo espectáculo de Vetusta Morla. Éramos conocedores de que este, iba a ser una actuación especial, dedicada íntegramente al disco que los vió nacer como grupo, “Un día en el mundo”. Un concierto emotivo, de altura y porque no decirlo, épico, donde hubo lugar para repasar etapas, vivencias y recuerdos, y lograr erizar la piel de los allí presentes. Una oda al pasado, a todo lo que, sucediendo hace años, repercute aún en el presente. A Pucho no le faltó tiempo para recalcar que este fue y es un disco que representa los comienzos, el camino y que por mucho que transitemos otros, que indaguemos en nuevas rutas, al final hay que volver al origen para seguir avanzando. Como afirmaba, era un homenaje a aquel disco que cambio sus vidas y un poco de las nuestras hace ya casi 11 años. Sin duda un concierto para la historia de este festival.

Finalmente, del colofón se encargaron los artistas internacionales Fjaak. Con una electrónica frenética los supervivientes agotaron sus energías a ritmo de techno para finalizar el aniversario del primer cuarto de siglo del FIB y posiblemente el último tal y como lo conocemos. Otro año y edición más para el recuerdo y ojala sea por muchos más. ¡Larga vida al FIB!

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