Grupo: Mishima
Sala: Sala Wah Wah

Decir que el cambio de idioma de MishimaSet tota la vida ( una compilación que nos dejó temas tan impecables como “Qui n’ha begut” o “ Un tros de fang” ) su quinto disco de estudio Ordre i aventura los ha confirmado como imprescindibles de los amantes del pop-folk colándose en las listas de lo mejor del 2010.

Hasta, digamos hace un año, Mishima no eran muy conocidos fuera de las fronteras de Cataluña, pero su popularidad, más que merecida con diez años de carrera a sus espaldas, por fin les está llegando. Han conseguido junto a grupos como Manel, Refree o Joan Miquel Oliver poner de moda la escena musical catalana.

Con los valencianos han conectado. Ya lo comprobamos en su última visita a Valencia, en el Colegio Mayor Lluis Vives, donde sólo se escuchaban elogios hacia la banda. “Hacía tiempo que no me enamoraba de un grupo después de verlos en directo”, impresionante frase de un asistente y que todo grupo desearía escuchar alguna vez. Y se ha vuelto a repetir, esta vez en la sala Wah Wah. Cuando el público canta al unísono las letras de sus canciones es que han logrado esa conexión que todo artista anhela.

El secreto de su éxito es difícil de precisar, pero seguro que tiene mucho que ver el entusiasmo , simpatía, profesionalidad y actitud vital que derrochan en el escenario y esas letras costumbristas, sencillas e introspectivas.

Sus canciones son inmediatas y en menos de tres minutos consiguen capturan instantes de vida, esencia al fin y al cabo del pop .No todos pueden encajar las sílabas a la perfección y mandar un mensaje como : “Estic tan, estic tan enamorat de tu com abans” sin que suene a lo de siempre, cursi y vacio.

Comenzaron su solvente directo a las 23.30 con “Aguéev” i “ L’estrany” e hicieron un viaje al pasado con “Miquel a l’accés 14” o “ No et fas el llit”, al presente con “Ordre i aventura” (donde los opuestos se concilian), “Guspira, estel o carícia” (más espiritual, un tema sobre las diferentes encarnaciones del alma, encargado por el programa Ànima de TV3) y al futuro, presentando un nuevo tema ”El que ens indica el cor”.

Uno de los momento álgidos de la noche llegó con “L’olor de la nit”, una especie de crónica de una noche de soledad , todos cantando con sorprendente naturalidad : “no vull que em faces petons però follem”.

De tanto en tanto se permitían el dejarse llevar por el ritmo de sus guitarras, bajo, batería, piano, y harmonium dando paso a una cierta distorsión como en “Nomes era una part de tu” o “Tornaràs a tremolar”, pero siempre sin arrinconar la palabra.

No fue un concierto perfecto, ni el mejor que han dado, pero fue hermoso y el público estuvo espléndido. Estos artesanos de la música no han descubierto nada nuevo, pero tienen ese “algo”, esa “magia”. Es fácil que gusten, lo difícil seria detestarlos.

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