Nudozurdo en el Sons al Botànic: embriagados entre las tormentas

Grupo: Nudozurdo
Sala: Auditorio Joan Plaza

Ni siquiera una cadena de tormentas, tan propias del mes de abril, lograron empañar el encuentro del pasado viernes con Nudozurdo. Si bien la cita se retrasó debido al traslado de escenario al auditorio Joan Plaza del Jardín Botánico la buena organización de los promotores Andsons Producciones logró mantener la magia tan única del ciclo “Sons al Botànic”.

Valencia es una ciudad con cierta fortuna en la que hemos podido disfrutar en numerosas ocasiones de esta formación compuesta por la guitarra y voz de Leo, la batería de Ricky y los acordes del bajo de “Meta”. Sin embargo, somos muchos los que nunca nos cansamos de oírles y para los que cada concierto se convierte en un regalo para los sentidos.

La noche comenzó a encenderse con la hipnótica melodía de “Mil Espejos”, siguió con “No me toquéis” y continuó brillando con otros clásicos como la pegadiza “Ha sido divertido” o la dulzura de “Golden Gotelé”.

En esta ocasión, el grupo madrileño optó por un formato de tipo acústico que, definitivamente, es un traje que les sienta a la perfección. Este tipo de formato, a su vez, permite a sus canciones, ya de por si embriagadoras, envolver al público con cierta sensación de embelesamiento.

Y así lo percibimos en temas tan proclives a este tipo de escenario, como “Úrsula hay nieve en casa” o “Estás tan perdida”. Durante más de una hora contentaron tanto a viejos como a nuevos oyentes, tocando tanto, las ya célebres “Prometo hacerte daño” o “Dosis Modernas”, como extractos de su último disco, como “Jaula de Oro”.

Finalmente llegó, de nuevo, la hora de despedirse y para ello entonaron “Voyeur Amateur”, que nos dejó con un sabor agridulce a cambio de la promesa de seguir despiertos, esa noche al menos.