Parque de atracciones de sentimientosQuique Medina 21 marzo, 2009 Grupo: Febrero + Iba AndandoSala: Black Note No me voy a enrollar en demasía para contar lo sucedido anoche en Black Note. Es domingo y la mollera, salvo para engullir paella (en su defecto comida basura) o escuchar el carrusel deportivo, no está para esfuerzos. Pocas palabras bastan, además, para reafirmar que el Concurso de Maquetas del Contempopránea nos ha vuelto a proporcionar otro sugestivo grupo nacional para la colección. En este caso se llaman Febrero y vinieron desde Tarragona. Concierto gratuito (aunque los 8 euros de la copa hacían olvidar el regalo) y cercano (alrededor de cien personas) en el que Iba Andando ejercieron, a la perfección, de cicerones. Ya no es novedad decir que la formación actual de los valencianos, con José Miguel del Olmo a la guitarra y María López al bajo y coros, ha vigorizado un directo que entra como agua de mayo; por otra parte (y eso es lo que se les puede echar en cara), a veces, al agua, hay que inyectarle un poco de gas, o añadirle algo de güisqui, para que gane en seducción y se vuelva menos agradable, pero más excitante. Y es que “Postales” y “Desconexion” (de las de antes) o “Amsterdam” y “Perseguido” (de su último Ep) se mostraron tan frescas y redondas como amables; son esas cosas que tiene el pop “ainglesado” de Big Star o Teenage Fanclub en los que se mira el grupo levantino. Febrero, aunque también desde el pop, se miraron en otros espejos… y otras sensaciones. A los tarraconenses les ponen más lo sonidos hechos en su propio país (llámese indie patrio). No se cuál es la distancia que separa Tarragona de Zaragoza, pero no hay duda de que las músicas de Febrero y Tachenko conviven en el mismo edificio (“Autos de choque”). Eso sí: si a los maños les da por los símiles futbolísticos a éstos les ha pegado por hacer de los parques de atracciones el lugar de recreo donde hablar de sus sentimientos más profundos. Con cuidada lírica, por cierto, nos introdujeron en un viaje por una “terra mítica” de difícil olvido. Sin noticias de Zaplana y con el traje (no era tampoco de Milano) que no nos cabía en el cuerpo, nos dejaron al escuchar, en vivo, canciones tan excelentes y vibrantes como “Montañas rusas” (esta me recordó a Expertos Solynieve) o “Genial”. Como una bajada a 300 por hora la actuación fue breve y “adrenalínica“, aunque también hallaron tiempo para someternos a la ansiedad que proporciona estar dentro de un “Laberinto de espejos”: inquietante y rotunda composición que no dudo en tirar de flanger y directos guitarrazos para emocionarnos. Original la idea de Feria Pop y bien empacada la banda que tiene en la voz de su cantante, el alegre paso de limpio a sucio de sus guitarras y un osado bajista (seguramente sacado de alguna banda más roquera), sus activos más potentes para que en la próxima crónica ya no tengan que parecerse a nadie. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.