Grupo: Varios artistas
Sala: La Mutant y CCCC

Corría el frío aire de febrero cuando a orillas del Mediterráneo celebrábamos en íntima comunión la media década de Verlag System. Brindando por un lustro engrandeciendo el concepto de experimentación, de resignificación en el terreno de la electrónica y proporcionando un flujo constante de exquisitos sonidos como los que pudimos disfrutar en la última edición del Tagomago Fest, el festival orquestado por el sello.

Esta quinta edición prometía, ahincada en su ambición, elevar el listón y disipar cualquier sombra de duda a quien mostrara algún tipo de recelo en situar al Tagomago Fest como uno de los mejores festivales de electrónica, ya no sólo a nivel local, sino nacional. Tres son las principales novedades que la organización ha incorporado este año, tres nuevos ejes que revisten de fuerza esta nueva etapa.

La primera, nítidamente enmarcada en el ámbito de la difusión, ha sido la ampliación del cartel a tres días. Como si una suerte de confabulación se tratara el lunes 24 fue fijado como festivo, lo que permitió esta prolongación para aquellxs a quien los sentidos le reclamaran un tercer asalto. Esta tercera jornada, emplazada en el Centre del Carme de Cultura Contemporània, tuvo un carácter gratuito. Una acertada decisión que sirvió de trampolín para quienes aún desconocían las potencialidades del festival.

La segunda y tercera mutación van de la mano a la hora de transformar la programación. Verlag System escucha a su público, y el menor protagonismo femenino en la anterior edición fue una de las principales demandas. Por ello, y en colaboración con Sonoras, el reivindicativo proyecto contra la brecha de género, el cartel de este año ha sido confeccionado situando el foco sobre la electrónica femenina. Finalmente, se ha reforzado la presencia la escena local en esta edición. Adriana Petit, Tercer Sol, Orfeón Garagin, Gamelán Psíquico y otra amplia tanda de rostros conocidos tanto en el escenario como entre el público y bambalinas estuvieron presentes para constatar la grandeza del efervescente circuito valenciano. 

La programación de cada jornada fue confeccionada en un primoroso equilibrio que permitió a los organizadores exhibir todo su savoir faire, mostrando el potencial y la versatilidad que ofrece el género electrónico en la actualidad. A diferencia de lo que observamos en otros festivales locales y nacionales, no podemos señalar un ‘día grande’ como tal, el fin de semana en su total extensión fue una magna explosión de descubrimientos y sensaciones.

VIERNES 21

Inevitablemente todo lo nuestro, o aquello que atrevemos a considerar nuestro, nos alcanza con mayor facilidad. Aquel mantra eternamente repetido de “la terreta tira”, y es por eso que estábamos repletxs de deleite de ver a Tercer Sol obtener el reconocimiento merecido. Miguel, Almirante, Raúl y Adrián fueron los encargados de descorchar el champán en este petit hommage a nuestros sentidos. Tras la dinamización que supuso en el panorama valenciano su EP (Boston Pizza Records / Flexidiscos, 2014) se produjo un abrupto silencio en la banda, cuyas fuerzas y energías han florecido en la efervescente primavera con la publicación de su primer LP, Lejos (BCore/Discodrome/Dead Moon Records/Levógira, 2019). Una reconceptualización cuasi inetiquetable cuyas influencias varían entre el noise pop y la psicodelia sin abandonar ni tan sólo por un segundo ese componente darkwave tan adictivo. Su actuación, ilusionante a la par que desgarradora, fue el componente último para arañarnos el corazón.

Poco podemos añadir que no se haya dicho ya sobre Orfeón Gagarin. Tras la pasada entrevista que realizamos de manera previa  al festival tan sólo nos quedaba atestiguar lo que le confiere el título de maestro atemporal. Su relación con Verlag System y su prolija carrera profesional le convertían en uno de los principales reclamos de esta edición. Envueltos en una extraña inercia, quedamos rendidxs ante la evidencia. Un directo trepidante, acompañado de un espectacular audiovisual que siempre resulta bienvenido en este cónclave de refinados gustos que es el Tagomago Fest.

Berlín: multicultural, vanguardista y contemporánea. Todo aquel amante de la electrónica conocerá la vinculación de esta ciudad con el género. El siguiente protagonista de la noche fue Harald Grosskopf, uno de los principales motivos por los que se ha perpetuado esta sinonimia. Tribalismos embelesadores e ininterrumpidos crescendos son lo que encontramos en esta sesión donde nos regaló el directo de su mítico Synthesist (Sky Records, 1980). Kosmiche en crudo donde la atmósfera interplanetaria propicia el arrobo y la conexión con otros planos sensoriales.

Finalmente llegó el turno de una de las grandes promesas de la edición. Lydia Lunch & Marc Hurtado, artistas multidisciplinares cuya reputación internacional les precede, presentaron Infinite Dreamers un singular proyecto en el que el dúo homenajean de una personalísima manera las canciones de Suicide, mítico grupo de la escena no-wave neoyorquina y cuyo vocalista, Alan Vega, falleció hace escasos años. Lo que Lunch y Hurtado proponen, botella de vino en mano, es una interpretación al puro estilo Suicide, un ritual en donde la violencia y la oscuridad están latentes en cada palabra pronunciada por Lunch. Una auténtica lección magistral de spoken word donde la oscuridad no resulta un elemento impostado en un conjunto que se extralimita, dejando boquiabierto al espectador y borrando cualquier atisbo de duda sobre si todo aquello se reducía a una pose.

Además de los directos, en el siempre plácido patio de La Mutant, contamos con las sesiones de dos auténticos profesionales en el terreno. Fran Campos, participante activo de la vida cultural valenciana, tendió su mano para adentrarnos a las profundidades del techno. Su dilatada experiencia en diferentes campos de la industria le han permitido obtener una distintiva perspectiva que se refleja en sus sesiones. Pura energía y conexión con un público que estaba más que predispuesto a seguirle el ritmo. Carlos Olivares, asistente de producción en este festival, es otra cara conocida en la escena valenciana. Tras su sesión en el pasado aniversario del sello Verlag System, sabíamos que esta no sería la excepción que confirma la regla que le constante como uno de los mejores djs de la capital del Turia.

SÁBADO 22

Tras recuperar parcialmente las fuerzas y empujadxs más por la ilusión que por nuestro cuerpo aterrizamos en la segunda jornada de festival. Para abrir el día de la Música estuvieron Carlos Arillo y Elia Martín y de manera ausente, Isabel Fernández de Avilés, la nueva formación de Poupees Electriques. Si bien cualquier artista requiere permanecer en una constante transformación, el trío madrileño ha sabido materializar esa transformación de manera muy concreta.  JET –Nuclear Fusion Device es el nombre con el que se ha bautizado a esta concreción. En esta ocasión nos presentaron un espectáculo audiovisual que conjuga el sonido clásico instrumental con las grabaciones realizadas en 2016 en los experimentos de JET, el mayor dispositivo de fusión nuclear en activo del mundo.  El resultado en directo de temas como Switch On o Inside The Vessel fue una inmersión instantánea en este experimento donde sintetizadores y theremín se fusionan de manera natural.

De manera casi inmediata el patio era tomado por Chiens de Chasse. Una locura de sesión donde se produce una inmersión directa en una atmósfera propia de la más angostas de las mazmorras. Una remodelación del dungeon synth que concluye en un espectáculo no acto para cardiacos. Una línea similar, pero con un tono marcadamente menos agresivo es la que proponen Cicada, el dúo compuesto por el programador Jose A. Rilla y la violinista Sara Muñiz, quienes debutaron con un álbum homónimo en 2018. Un trabajo autoeditado por su propio sello, Framily y mezclado por el ilustre Óscar Mulero, cuya puesta en escena nos propuso un viaje hipnótico entre loops hasta sumergirnos de lleno en el dark ambient.

A Espiricom los descubrimos en la pasada edición del Tagomago, donde ya nos dejaron epatadxs con su enérgico y original directo. En esta ocasión su actuación fue la ocasión idónea para presentarnos su primer trabajo de estudio, Trapezoide (Goecia/ Verlag System, 2019). Una presentación especialmente ansiada a causa de la cancelación del concierto que planeaban dar junto a Tercer Sol el pasado mes de marzo. Fran del Valle (Perro) y Alfonso Alfonso (Artificiero) tienen una amplia trayectoria en el género del avant-rock psicodélico. Después de su participación conjunta en Schwarz el dúo murciano volvió a unir fuerzas para atravesar las barreras formales y teñir su sonido stoner con pinceladas de un krautrock orientalizante. Una vuelta de reloj donde desde su inicio como una intensa introducción ambiental hasta el final con Trapezoide fuimos teletransportados a los versos del Rubaiyat.

Gaf y la estrella de la muerte llevan una década retorciendo de manera triunfante la noción de ‘experimentación’. Experimental jazz, avant rock o acid folk son algunas de las etiquetas que se le han atribuido a la formación canaria. Aclamados internacionalmente, han dejado su impronta en festivales tan renombrados como el Primavera Sound o el Monkey Week. Desembarcaron su equipaje en nuestra ciudad para dejarnos deslumbradxs con un directo que ha sido incluso premiado por Go Mag.  El auditorio de La Mutant lució esplendoroso mientras sonaban los cortes que componen su último disco, Gamma Bay (Foehn Records, 2018) un trabajo donde el space rock está más presente que nunca. Recomendados para lxs amantes de los trances del instrumentalismo.

La encargada de cerrar el telón en esta jornada fue Gudrun Gut, quien lleva desde 1980 reivindicando el poder femenino desde los mandos de las cabinas berlinesas. Antes de proyectar su carrera en solitario con I Put a Record On (Monika Enterprise, 2007), sello centrado en la electrónica femenina, ha formado parte de otras bandas de renombre como Malaria! O Mania D.  Un amplio abanico de géneros forma parte de sus influencias, una actitud ecléctica y open-minded que le ha permitido participar en grandes proyectos como el multimedia Miasma (1991) o la coproducción junto a Antye Greie (AGF) de Greie Gut Fraktion. Tras su paso por Madrid, llegó a la capital valenciana para presentarnos su último trabajo, Moment (Monika Enterprise, 2018).

En esta ocasión las pinchadas se completaron con el papel de Umlaut, un pinchadiscos que se mueve en un amplio espectro que va desde el afterpunk hasta el gothic rock y que completó de manera natural la programación de la que se había convertido en una jornada memorable. Mientras Umlaut fue el responsable de ocupar los platos a primera hora de la tarde, la jornada del sábado nos permitió ver la praxis de uno de los encargados del sello valenciano Abstrakce Records, Gamelán Psíquico. Hace escasos días tuvimos el placer de asistir al volumen 12 de los Abstrac Trips, los encuentros habitualmente acompañados por lo audiovisual organizados por el sello valenciano. Acorde a la filosofía del sello su sesión estuvo impregnada de un misticismo particular que hace honor a su nombre artístico. 

DOMINGO 23

La jornada del domingo tenía un matiz diferente, sin desdeñar ni un ápice las buenas instalaciones de La Mutant y la siempre infalible organización de sus trabajadorxs. La luz, historia y botánica que se arremolina entre las paredes del antiguo Convento del Carmen contribuyeron a crear un marco incomparable. Con el añadido de la gratuidad no fueron pocas las personas que se asomaron a husmear qué era lo que se estaba cociendo en el claustro renacentista.

Adriana Petit, era otro de los nombres que con más ilusión esperábamos. Y es que la diseñadora gráfica, dj, fotógrafa y, en definitiva, artista, es uno de los principales motores encargados de mover la cultura en esta frenética ciudad. Con una larga estela de reconocimiento, especialmente en lo que respecta a sus trabajos audiovisuales, el Tagomago Fest nos ha dado la oportunidad y el placer de descubrir a fondo su repertorio. Una sesión vermut con considerables trazos de industrial en una amalgama de elegante oscuridad que nos hacen recordar la genialidad del gran proyecto que es Umbral, el local que lleva conjuntamente con Diego Amador y Andrea Ylvye.

Si el día anterior contamos con la magnífica sesión de Gudrun Gut, en este especial cierre lo hicimos con otra de las representantes del sello alemán Monika Enterprise, Sonae. Enérgica activista feminista ha contribuido de manera activa en pos de la lucha contra la brecha de género. Conocida a nivel internacional y con base en Colonia, su música fluctúa entre el minimalismo, el techno y el ambient. Con estos elementos era de esperar que la sesión del domingo se convirtiese en un auténtico viaje introspectivo.

Zytospace, es la unión de dos grandes profesionales de la música experimental patria, Tomás F. Girón y Miguel A. Ruiz, de cuyo proyecto unipersonal, Orfeon Gagarin, ya habíamos disfrutado esta edición del Tagomago. Girón (El Círculo de Willis) aporta un considerable componente de psych ambient que unido a la vertiente más puramente kosmiche de Ruiz conceptualizan Zytospace como una auténtica delicia del cosmos multi-instrumentalista. En este microclima particular que se formó en el Centre del Carmen nos presentaron su primer trabajo de estudio, recién salido del horno de Verlag System, Wüste Land

Eraserheads Turntables fueron los pinchadiscos encargados de mantener el lyncheano ambiente durante más de tres horas, momentos de idas y venidas para llenar el estómago. Niet! es el proyecto en solitario de Syl Niet, a quien conocimos inicialmente por su trabajo junto a Héctor González, Hypersunday. Tras continuar independientemente con el proyecto, llegando a fundar su sello propio Hypersunday Records, la periodista nacida en Tánger lanzó Purgatory (2016) y Paradise (2018), los últimos trabajos firmados como Hypersunday. Como Niet! conocemos Something dark dancing inside (Splitting Sounds, 2016) y Can you feel it (Hypersunday Records, 2017). Lo que nos ofreció en la tarde del domingo fue un set donde la dulzura de su voz convergía con la oscuridad y rabia que desprendieron sus melodías technos.

Otro nombre conocido entre las filas de la lucha feminista, Rosa Pérez. Conocida, principalmente, por su trabajo en Radio 3 al mando del programa Fluido Rosa, su actividad va mucho más allá de las ondas. Forma parte del colectivo artístico Female: Pressure, cuya base se localiza en Berlín, pero su carácter internacionalista le permite contar con más de 1.600 mujeres cuyo ámbito profesional es el de la creación de la música electrónica y las artes. Su paso como pinchadiscos en varios festivales de renombre, entre los que se cuentan el Sonar o Sonoras, partimos con la seguridad de que albergaríamos una sesión impoluta y colmada de profesionalidad.

Pero sin lugar a dudas aún nos quedaba por disfrutar del directo paradigmático, con permiso de Lydia Lunch, de la no-wave neoyorquina, James Chance & Manlio Maresca. Figura emblemática en el punk jazz, Chance ha formado parte de múltiples formaciones en las que siempre ha predominado un sonido funk de arraigue ardiente. Lo que iba a ser el debut por vez primera en Valencia para regalarnos una actuación que prometía coronarse como la flor y nata de esta edición se convirtió en un sueño truncado. Debido a su indisposición, su fiel guitarrita Manlio Maresca fue el encargado de suplir al maestro y ofrecernos una entusiasta sesión con la que se cerraría el Tagomago Fest.

Y así llegamos al final de este festival que se erige como máxima figura de la concupiscencia y la clarividencia. Una edición que regresa a los pilares maestros de la música experimental sin dejar de mirar a un horizonte futuro, cuya esencia captó el cartel inspirado en Luigi Russolo, obra de Luis Demano. Un festival que no deja de crecer en una espiral transformadora, donde tienen cabida tanto las necesidades y demandas de quienes asisten como la dosis adecuada de sorpresa. Confiamos en que los ecos de tan sobresaliente programación hagan efecto de cara a la próxima edición, en cuya excelsitud ya confiamos plenamente.

Crónica y fotos: Cynthia Cruz

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