Paulo Fernández FernándezVetusta Morla: El primer día del resto de tu vidaLa banda convocó a 38.000 personas en su concierto del pasado 23 de junio en la Caja Mágica de MadridCarmen Sánchez Adán 16 julio, 2018 Grupo: Vetusta MorlaSala: Caja Mágica Camino hacia el recinto y en el cerebro tengo grabado a fuego una sola cifra, 38.000. Esas son las personas que vamos a juntarnos para ver esta noche a Vetusta Morla. Se me va la cabeza si pienso en lo elevado que es ese número pero confío en la normalidad y seguridad. No queda otra. Llego pronto y aquí hace un sol del infierno. Rápidamente busco un hueco entre las primeras filas y a la sombra, claro. Jacobo Serra es el encargado de abrir la velada y sale al escenario. Se le ve tranquilo, a pesar de que delante de Jacobo debe de haber ya como unos tropecientos mil oídos, aproximadamente, porque el recinto está medio lleno. Jacobo toca Deshielo y me parece una maravilla. Qué voz, qué bonita, encaja a la perfección con cada nota que suena. Batería y guitarra también dan pasos agigantados, van sonando más y más fuerte durante el estribillo. Luego tocan El activista y el recinto se llena de ritmos claros y pop, es cuando caigo en que ha nacido un beatle en pleno siglo XXI, se llama Jacobo. El repertorio termina con La brecha, el tema que lleva como bandera en su último disco Fuego artificial y aún me quedo con ganas de escuchar un tema más y dos y tres… Giro la cabeza y veo que ahora hay gente para aburrir, en la barra, en los baños, en las gradas, en la pista, por todas partes. Espero a que empiece y me fijo en que, a mi alrededor, la gente está nerviosa, mucho. De repente los focos fríos se encienden, se escuchan los primeros acordes de Mismo Sitio, Distinto Lugar, la gente grita, el vello se me pone de punta. ¿Que si lo que suena, suena bien? Flipas. Lo que entra por mis oídos es pura crema. El concierto de Vetusta Morla definitivamente ya ha empezado, tocan Deséame Suerte, luego, El Discurso del Rey, temas de su nuevo trabajo con los que ves que la banda ha hecho, con este último disco, algo completamente diferente a lo que venía haciendo, pero siguen siendo ellos. Entonces, las canciones caen, caen y caen como martillos desde el cielo, Palmeras en La Mancha nos deja sin aliento, Golpe Maestro arranca gritos y saltos acompasados del público y La Mosca en la Pared convierte a Pucho en el hombre más carismático de todo el maldito recinto. El concierto avanza y yo me he movido de sitio, estoy más alejada. Desde aquí veo distintas formas de vivir el concierto, unos se preocupan por escuchar las canciones, otros por emborracharse, otros por tomar sustancias ilegales. Paso de todo, suena La Deriva. Al concierto le queda poco, aunque los músicos siguen con la misma adrenalina al ver a tanto público junto. De hecho, con Te Lo Digo A Ti Vetusta despliega todo el armamento que guardaba, suenan especialmente bestias, saben moverse, la pantalla que hay a sus espaldas lanza imágenes que estéticamente se acoplan a la perfección con lo que está sonando, todo encaja, todo hace click. Fuerte aplauso. Lo último que suena son Los Días Raros, cuyo título quizá relacione con este día. Raro en el sentido más positivo de la palabra, me refiero, porque ha sido un día y una noche, distinto al resto de todos. Quién es capaz de convocar a 38.000 personas en un mismo recinto con motivo de su música, de tocar veinticinco temas con el mismo nivel de energía, euforia y esfuerzo, de repasar canciones completamente distintas entre ellas pero con el denominador común de salir todas ellas de los mismos instrumentos y cabezas. Habrá bandas que hagan algo parecido, pero lo de esta noche ha hecho que Vetusta Morla crezca exponencialmente, si cabe. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.