Grupo: Los Punsetes
Sello: Mushroom Pillow
Año: 2019

¡Oh, qué dichosa alma la que así se halla muerta y aniquilada!” proclamaba Miguel de Molinos cuando el barroco siglo XVII español alcanzaba su ocaso. El místico y teólogo no podría ni por asomo sospechar que siglos después sus proclamas inspirarían a uno de los grupos referencia en nuestro país. Aniquilación (Mushroom Pillow, 2019) es el sexto trabajo de Los Punsetes y probablemente se convierta en la mejor carta de presentación de esta banda madrileña que lleva una década en activo.

Este LP es el primero producido por ellos mismos, con la ayuda de Paco Loco en la grabación y de Sergio Pérez en las mezclas. Tras años aprendiendo de su anterior productor, El Guincho, Los Punsetes estaban preparadísimos para lanzarse al difícil mundo de la producción, lo que cubierto por doquier a Aniquilación de una impronta más identificativa que nunca.

Cuando a finales de abril estrenaban su primer adelanto, Una persona sospechosa, empezamos a segregar jugos gástricos a una velocidad vertiginosa. Con Idiota creímos obtener la certeza de que este nuevo disco no iba a presentar sustanciales novedades y seguiría una línea muy parecida a los anterior. Vas hablando mal de mí y su exquisito videoclip dirigido por el cineasta Nacho Vigalondo nos daba el último aliento para esperar la ansiada fecha de lanzamiento.

Y así llegábamos al inicio de este caluroso octubre, esperando a celebrar de nuevo ese precioso ritual que era escuchar una nueva entrega de Los Punsetes. Llegados a este punto cabe decir que se rompieron todas las presunciones, se volaron las quinielas y en una primera escucha nos quedamos más bien descolgadxs con la cabeza ligeramente virada hacia nuestra derecha. Porque no es que Los Punsetes hayan roto con las premisas anteriores, aún no han decidido juguetear con el trap ni otros ritmos urbanos, pero podemos establecer de manera unánime y definitiva que ha habido un cambio.

Se ha producido una distensión en los límites, las habituales etiquetas con las que solemos categorizar a los grupos, a efectos de establecer cierta pragmática comodidad, se habían difuminado. Y esta nueva criatura sin ataduras ni barreras, una nueva creación quizá más pura que nunca, es Aniquilación. Un trabajo donde se han visto bien representadas las dos dualidades de los principales compositores del grupo, Manuel Sánchez (Anntona) y Jorge García.

Como decíamos, es bastante probable que cualquier devotx de los Punsetes haya requerido más de una escucha para captar la quintaesencia que podría ser este disco. Para quién aún no haya tenido ocasión de desentrañarlo, a continuación, presentamos una breve síntesis del mismo. Seres humanos es la canción encargada de abrir el álbum. Un tema de indudable belleza que ya nos da algunas pistas sobre el ritmo que se mantendrá a lo largo de los cuarenta minutos que componen el LP. Predominio claro y meridiano de los sintetizadores y una buena dosis de guitarreo son los rasgos primordiales que hallamos en el apartado instrumental.  Porque si bien Los Punsetes se han diferenciado esencialmente por la voracidad de sus letras en esta ocasión la fórmula varía de forma tenue. Así pues, nos encontramos con una notoria mayoría de temas donde lo instrumental se convierte en el gran protagonista, llegando a ocupar la mitad de su duración.

Otro de los rasgos característicos de esta banda ha sido su innata capacidad para convertir en oro la agridulce autoburla. Y eso precisamente lo que hacen en el tema homónimo. Oro, una canción donde también tienen cabida pequeñas pinceladas sci-fi, sigue una temática similar a Idiota, con una ligera variación.  En sus últimos versos se halla un mensaje remanente acerca de la capacidad de cambio que hace todavía más cautivadora esta autocaricatura.

No podía faltar un tema para el gran inspirador de este trabajo. Miguel de Molinos es una oda a la filosofía del quietismo. La paz lograda a través de la renuncia, la aniquilación del alma. Otra vía para conseguir ese añorado estado que perseguimos incansablemente, negándonos precisamente esa capacidad de renuncia. El estadillo final de este tema llega con más de dos minutos de piruetas post-rock.

El ecuador del disco lo ocupa Dinero 2, que representa el antagonismo filosófico del tema anterior. Al igual que ocurría con Dinero hace ya nueve años, la persona que protagoniza esta canción se ve devorada por el deseo material. Avaricia y derroche se dan la mano en un relato en el que subyacen negocios truculentos e insatisfacciones varias. Acto seguido llega Atraco Perfecto, que saca a relucir otro de los grandes tópicos de Los Punsetes, la derrota. Un tema redondo que bien podría ser el gran descubrimiento de este LP. Crudeza y ternura ligados en una composición en la que destacan el filo afilado de sus guitarras.

Lo dejo es una bocanada de aire fresco a nivel instrumental. Una reflexión sobre la identidad y la anulación de la voluntad que nos transporta a la faceta más introspectiva del grupo. Una delicia que nos atrapa y turba a través de un brevísimo crescendo. Como contraposición nos topamos con Ella nunca me aceptó en Facebook, uno de los temas más socarrones del disco. La letra, cuya temática es enfocada desde una perspectiva más bien terrenal, nos presenta una historia que, si bien mundana, se mueve en la esfera platónica, coqueteando en cierta manera con el borde de la toxicidad.

El misticismo está muy presente en Aniquilación y lo vemos nítidamente en La Gran Bestia. La canción, tiene como principal referencia a Aleister Crowley, un excéntrico y controvertido místico de finales del siglo XIX y primera mitad del XX.

Entre bestiarios y rituales distinguimos una buena dosis de prepotencia y vanidad que enmascaran cierto temor a la mutabilidad de la vida. Finalmente, el cierre viene de la mano de Estela Plateada. En un primer golpe nos retrotrae, sin alcanzar la dulzura de esta, a Estrella Distante, encargada a su vez de cerrar su anterior LP, ¡Viva! (Mushroom Pillow, 2017). El gran giro de esta canción se produce al alcanzar su ecuador, cuando irrumpe un potente bombo que precede a unas guitarras lo suficientemente distorsionadas como para ser dignas del Super 8 de Los Planetas.

 

Y así llegamos al final de un intenso viaje reflexivo, un auténtico despliegue emocional y sensitivo en el que hemos conocido a unos Punsetes diferentes pero reconocibles. Con melodías marcadamente más desarrolladas, sutilmente absortos por las brumas de lo místico y lo entrópico, pero con el mismo punto de frescura al que llevamos enganchadxs tantos años. Si queréis desafiar la pose hierática de Ariadna o simplemente queréis presenciar el directo de uno de los mejores grupos nacionales no olvidéis acercaros el próximo viernes 25 de octubre a la Sala Wah Wah.

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