Grupo: Kokoshca
Sello: Sonido Muchacho
Año: 2021

Kokoshca es una formación con el don, al igual que el artista del que toman su nombre, de transmutar. En este caso esta habilidad se extrapola del óleo al vinilo, donde plasman «el aura que los hombres proyectan en el espacio».

Si no sabíamos mucho del aura de las personas este año hemos vislumbrado un poco más. Esta aura puede ser retorcida, grotesca, tenebrosa. Pero también puede ser esperanzadora, limpia, luminosa.Kokoshca también es todo eso y un poco más.

La banda pamplonesa tiende a dibujar relatos lumínicos en los que, de una manera melódica o textual, surge un contrapunto tenebrista.  Su anterior disco, ‘El Mal’ (Sonido Muchacho, 2018), tildado por la crítica musical como «nietzscheano» refleja esa esencia en su propia portada.

Un vivaz e inquietante color rojo captaba nuestra atención. Un primer impacto que, tras una segunda pasada, nos permitía detenernos en esos trazos negros, azabaches. Ahí es donde encontrábamos el mal. Una idea de color y sombra que como hemos dicho, ha marcado la creación musical de Kokoschca.

Precisamente en el momento en que este trabajo veía la luz, los pamploneses ya gestaban su sexto álbum, ‘Kokoshca (Sonido Muchacho, 2021). Un elepé donde continúan trabajando géneros que ya asomaron en ‘El Mal’, como el flamenco o el krautrock y en el que demuestran su buena comprensión lectora de la radiografía actual.

El himno de España’ es precisamente eso, una radiografía bien construida de la picaresca y gracia española. Un primer single de tintes ponybravescos adictivo, refrescante y que nos abre rápidamente el apetito como un buen Martini donde se agitan rap, funk, afro beat y una buena dosis de flamenco. Agitado, no revuelto. Este tema hunde sus raíces en un sonado concierto en el Primavera Sound 2019 donde ya homenajearon a notorias figuras del folklore español como Los Chunguitos. 

De la picaresca al desamor más cruento, que no digan de la versatilidad del pop. ‘Regresando a la ciudad’ es una de los grandes favoritos del disco. Un punto cumbre que viene acompañado de un videoclip, dirigido por Toma Tobaco, brillante y especialmente acertado en lo que respecta a representar el amor y sus variantes. No diremos más por si aún no lo habéis visto.

El último single es un corte rebosante de significado para la banda. ‘Asia (Canción para Iñaki Ochoa de Olza)’, es un mucho más que un sentido homenaje al montañero de Pamplona. En 2008, año de formación de Kokoshca, De Olza quedó para siempre mirando el cielo desde el Annapurna. La canción se convierte en un hipnótico viaje hasta la cumbre, donde el oyente termina compartiendo ese sentimiento de pertenencia. 

El álbum se compone de 10 cortes en su totalidad, en la que se afianza un sonido preminentemente pop. Un sonido prometedor, capaz de hacer tambalear tanto sillas y mesas de esta realidad como las pistas de baile esa otra, que ya no se nos antoja tan lejana.

Como ya comentábamos, Kokoshca destaca sin apenas despeinarse y nos sorprende como temas como ‘Lo Tiro, donde el guiño a Luis Sonido Muchacho nos provoca un inexplicable impulso rebelde. Un hilo argumental similar subyace en ‘Voy a salir de esta, una muestra enriquecida de esa luminosidad contrapunteada de la que hablábamos. ‘Aire es un broche melódico y extremadamente dulce que consigue esquivar la cursilería y sus derivados.

El Rayo’ es, definitivamente, una de las grandes joyas de esta obra. Una canción trepidante sobre la que galopar y dejarse llevar como si no hubiera un mañana (porque ya hemos visto que tan sólo existe una idea del mañana). Un himno de aires hedonistas que encumbra a la banda y la sitúa indiscutiblemente referencia patria.

Kokoshca se encuentra en un momento dulce donde su algarabía y discreto excentricismo son recibidos con entusiasmo, precisamente por la lucidez con la que esgrimen sus virtudes. Este disco llega de nuevo en el momento adecuado, con el tempo acertado y con la compañía precisa.

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