‘Plastic Drama’ de Belako: su jugada maestra

Grupo: Belako
Sello: BMG
Año: 2020

Imagina ese sentimiento en una partida de cartas (no mencionemos una timba ilegal) en la que llegado cierto momento encaras a tu oponente con unos naipes claramente perdedores… Tu compañero te ha rebasado, te ha pasado, absolutamente, por encima. Hay dos opciones en ese momento; puedes tumbar la mesa (no es del todo mala opción) o puedes levantarte y aplaudir; es lo que haremos, porque además de ser “educados” les tenemos bastante aprecio a nuestros colegas. Es que además resulta que, en ese ahora temporal en el que nos encontramos, nuestro compañero es el grupo, o grupazo, del País Vasco, Belako. Y sí, han cogido las cartas y nos han pintado un cuadro delante de todo el mundo. Es oficial: han sacado el disco nacional del año.

Antes de empezar, “de lleno”, con la reseña del excelso Plastic Drama me gustaría anotar algo que espero leer en mis compañeros del gremio criticón. Belako ha sacado 7+1 adelantos de su disco de 10 canciones (Sirène salió tan solo 2 días antes). Por un lado, nos han amenizado esta larga estancia residencial que hemos experimentado (y que posiblemente experimentaremos otra vez mientras se fijen en la cultura como principal culpable y no en otras cositas…). Además de ello, enseñar tantas canciones puede suponer una menor escucha luego, supongo que por parte de aquellos que no vayan a apreciar esta obra magna, pero es sin duda un riesgo que han tomado por los fans, y es un riesgo que los fans han de devolverles. Simplemente gracias.

Vamos, ahora sí, a hablar un poquito del mejor disco del grupo de Mungía, no hay dudas, lo es. “Sí bueno, es que a mí Eurie me gusta mucho…”, “No, pero es que Render Me Numb, Trivial Violence es una pasada…”. Sí, estoy absolutamente de acuerdo. Pero es simple, son 10 temas y los 10 son muy buenos, no creo que haya mucho más que discutir… Ahondando, de una vez por todas, en el LP: Plastic Drama comienza con el primer adelanto que nos mostraron, Tie Me Up, un tema con el sello Belako, para continuar con mi canción favorita del disco (sí, la mía, vosotros tendréis la vuestra, pero yo esta la he escuchado exactamente 55 veces y le voy a volver a dar al play): The Craft. Es sencilla en sus letras pero tiene unos cambios de ritmo instrumentales que sencillamente elevan al olimpo a la formación vasca (por favor, Lander, enséñame a tocar la batería), son esos cambios de ritmo los que se combinan a la perfección con esa melodía principal, una maravilla.

Sirène, la siguiente en aparecer, es la primera canción en la que Cris canta totalmente en francés. La verdad es que ya tocaba y lo agradecemos… Me gustaría compararla con Strangers In a Box por esa parte vocal inicial, esa finura a la hora de cantar, esa preciosa melodía que crean lo instrumental y lo cantado. También se me asemeja a The Strokes, esa guitarra de Josu me recuerda inevitablemente a los neoyorquinos, a un tema que sin duda estaría entre los mejores temas del último disco de los de Julian Casablancas.

Pasemos ahora a destacar las dos canciones que no salieron “antes de tiempo”. Plastic Drama, que le da nombre al disco, tiene una línea de bajo, made in Lore, que se erige por encima de una batería acertadísima y de unos acordes exactos, ya sean de piano, de guitarra o de la armoniosa voz de Cris. Luego tenemos AKLR, una absoluta tormenta veraniega que se pasa por nuestras costas para dejar constancia de su existencia, con unos arreglos que podrían silbarse por Leicester, por el grupo de Sergio Pizzorno, Kasabian y una potencia que recuerda a la Hysteria de Muse. Una canción que cada vez que acaba vas a volver a poner si te apetece algo de movida y a nosotros nos apetece.

Podríamos hablar hasta el infinito, diseccionar por partes todo el disco, pero es más sencillo para todos que lo escuchéis (porque lo vais a hacer) y que descubráis una maravilla de estos nuestros días. Por cierto, ya van 61 reproducciones de The Craft, más las que no puedo contar en físico.