Grupo: Spheniscidae
Sello: Animal Iceberg
Año: 2015

Hace ya miles de años que los primeros hombres civilizados se hicieron sedentarios y adoptaron el concepto de casa como base estructural. Desde entonces siempre hemos buscado esa imagen que nos confiere seguridad y mediante la cual nos convencemos de que podremos alcanzar el resto de propósitos de nuestras vidas.

Spheniscidae regresa tres años después de “La historia inempezable” con su “Nuevo Espacio”. Una declaración de intenciones que es evidente desde el título del álbum y más aún desde la canción que abre este segundo trabajo, ‘Mi Casa’.

Desde el silencio más absoluto nace la primera atmósfera que marcará todo el recorrido y acto seguido el estribillo:

“Voy a construir mi casa

Con tus cimientos

Fuiste la base

Con todas tus bondades…”

En “Nuevo Espacio” confluyen dos ideas bien diferenciadas. Una es, como ya he dicho, el hallazgo de aquello a lo que podemos llamar hogar. La segunda, no menos importante, la posibilidad de encontrarnos a nosotros mismos en los lugares más inhóspitos, alejados de nuestra zona de confort.

Mi Casa’, además de poseer ambos argumentos, es una de las cartas de amor más sinceras, casi a corazón abierto y la demostración del poderío de Spheniscidae.

Como indica ‘Un comienzo impronunciable’ podemos conocer desde “antes de que se me caigan todos los dientes” cuál es el propósito de nuestra vida, o aquello a lo que nos queremos dedicar, pero existe una alta probabilidad en estos tiempos de movilidad exterior que una linda noche conozcamos en cualquier rincón planetario la verdadera razón de nuestro ser.

Preguntas frecuentes’ además de ser el protagonista más absoluto de las eléctricas es la mejor herencia del pop-rock iberoamericano de finales de los ’80. Muestra a su vez que los seres desconocidos nos ayudan a abrir rincones ajenos a nuestra personalidad. Estos son los rincones elementales.

El punto medio del álbum llega con ‘Nuevo Espacio’, canción con tintes arábicos en su inicio que da nombre al LP. Cuesta integrar en el continente, no por su letra, que es meridianamente clara, sino por su estructura musical. La bajada de nivel instrumental antes de los coros (casi en off) es necesaria para indicar el punto de inflexión. Lo que viene a partir de aquí no va a ser sencillo ni placentero.

Batallas ganadas que no sirven de nada’ extiende el anti-climax con ese grito final de perdida irrevocable. Mientras que ‘Remedio’ huele a borrachera, o a verdades de niños. Ya saben aquello de solo los borrachos y los niños…

Te llevo’ es el encuentro del nómada con la tormenta. Tras un largo y árido recorrido en busca de un oasis de repente llega la tempestad y esos cinco te quiero como cinco truenos acompañados del “Y tú sólo dices que me arregle el pelo”.

Y por fin la vuelta a casa. El encuentro con ese nuevo espacio y los nuevos primeros pensamientos y propósitos en ‘Los más felices’. Auténtico canto a la energía y a la belleza de la voluntad humana.

Pese a su soberbia melodía y la certera descripción del espíritu Mediterráneo, en concreto el valenciano, ‘Anem a cremar la fusta’ es un epílogo innecesario. Sencillamente porque la historia ya estaba contada con las 8 canciones anteriores.

“Nuevo Espacio” es, con sus aciertos y sus errores, el tour de forcé de Spheniscidae. Desde el principio demuestran que no juegan a empatar: las letras de Iñigo Soler, las guitarras de Alejandro Gómez-Lechón y Nacho Nácher, la batería de Javier Marcos y el bajo y la inmensa producción de Sergio Devece son segundos gourmet para los oídos y advierten lo que está por venir: la Odisea más certera sobre la pérdida del hogar de la mayoría de jóvenes de nuestros días y el hallazgo de este mismo en las cavernas inexploradas por nuestros antecesores.

Sergio F. Fernández // @SuperSergiof

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