Mourn: «En vez de cantar, queríamos decir las cosas directamente, y las soltamos tal cual»Entrevistamos a Jazz Rodríguez, guitarrista y vocalista de la banda MournCarlos Ortigosa Arnau y Sergio F. Fernández 13 mayo, 2018 Entrevistamos a: MournRedactor: Carlos Ortigosa Arnau y Sergio F. FernándezGénero: Indie rockPaís: España Mourn nació como resultado de la pasión de Jazz Rodríguez y Carla Pérez, compañeras en bachillerato, por dar guitarrazos. A la banda se unieron después el baterista Antonio Postius y la bajista Leia Rodríguez, hermana de Jazz. Lanzaron su primer disco en 2014, siendo unas adolescentes, y dos años después, con la publicación de Ha, Ha, He!, su segunda referencia, descubrieron el lado oscuro de la industria musical con una disputa con su sello, Sones, al que acusaban de retener los ingresos generados por Captured Tracks, la discográfica internacional del cuarteto catalán. Se trata de una de las bandas con más proyección internacional del panorama alternativo estatal, y su precocidad ha sido y es uno de sus distintivos. Precisamente ese es uno de los temas con los que comienza nuestra charla con Jazz, cofundadora del grupo. Antes de nada, quería preguntarte si estáis algo cansadas de que a menudo os definan y os caractericen solo por vuestra juventud y no por vuestra música Pues sí, la verdad, es muy cansino. Porque en realidad no tiene nada que ver. Siempre nos han dicho: “Ay, siendo tan jóvenes, ¿no os cuesta más ir de gira?”. No, es lo mismo, o sea… incluso nos puede llegar a cansar menos, porque estamos menos cascadas del alcohol y las drogas y los porros (risas). Entonces, no sé, lo ponen como un hándicap, pero si algo te gusta lo haces y punto, y da igual cuántos años tengas. El mes pasado publicasteis “Barcelona City Tour”, el primer adelanto de vuestro nuevo disco. ¿Adónde va dirigida la rabia de la canción? Básicamente la canción es como, más que rabia, cansancio de todo el rollo mafioso de la industria musical de por aquí. Entonces no va dirigida a una persona en concreto sino al concepto de escena tan poco inclusiva. No voy a decir “nazi” pero es la palabra que me sale. ¿Creéis que existe una escena en Barcelona? Yo creo que una escena debería ser todos con todos, más tipo hermanos. En Barna es más rivalidad, más individualista. Nosotros estamos un poco al margen, porque tampoco nos hemos sentido muy incluidas. Más que una escena creemos que hay muchas escenas pequeñas. ¿Y creéis que la industria musical está más podrida en España o está igual de podrida en todo el mundo? En todo el mundo debe ser lo mismo. Sí que hay países en que ser músico es mucho más fácil; te ayudan, incentivan la cultura. Aquí está más infravalorado todo el tema de la música, pero en general en todas partes está lleno de mierda. ¿Ahora os consideráis más libres después de la disputa con vuestro antiguo sello y toda la movida que hubo? Sí, ahora vamos a nuestro rollo y ya está. Tenemos que hacer las cosas nosotros mismos y tomando el control en todo momento de todo lo que está pasando y de lo que queremos hacer. Y eso al final es libertad. ¿Y la rabia o el cansancio que dices es constante en todo el disco? La verdad es que no. Yo siempre digo que nuestros discos son diarios personales, porque escribimos canciones de las cosas que nos van pasando día a día. Al final son emociones que tienes que sacar por algún lado, y para no pegarle cuatro gritos a tu hermana o a tu primo, escribes una canción. Además, entiendes lo que estás sintiendo y ordenas un poco las ideas. Hay cosas mucho más personales, del interior. ¿De dónde viene el título del disco, Sorpresa Familia? Viene de una broma interna que surgió durante la gira por Estados Unidos, que no lo parábamos de decir. Y grabando el disco y viendo los temas que íbamos tratando y tal, nos dimos cuenta de que estábamos hablando de la sorpresa que es vivir, que no sabes lo que viene después, no sabes lo que va a pasar. Al final se resume en que estamos mucho más unidos y nos hemos convertido en una familia los cuatro y toda la gente con la que trabajamos. El resumen de lo que hemos vivido y aprendido. ¿Os imaginabais tantos años de carrera de Mourn sin cansaros de vosotros mismos o de la industria musical? Yo no tenía ninguna expectativa. Empezamos a tocar porque nos apetecía y porque descubrimos que podíamos hacer canciones. Queríamos hacer discos y queríamos tocar, pero no teníamos ninguna meta. Sí que hemos tenido piques entre nosotros, hemos tenido que estar en una furgoneta los cuatro juntos durante nueve horas, uno tirándose pedos, el otro ensuciándolo todo con comida, situaciones que dices: “Buah, tío”. Eso es lo que hace la confianza, haber vivido tantas cosas juntos. Centrándonos en lo puramente musical, en “Barcelona City Tour” y en otras canciones anteriores huís un poco de la melodía. ¿Qué buscáis expresar con esto? Ostras, buena pregunta. Las canciones son bastante diferentes entre sí, siguen una línea, pero sí que es verdad, como has observado, que en vez de cantar queríamos decir las cosas más directamente y las soltamos tal cual. Cuando salgan las demás canciones veréis que seguimos por aquí, huimos un poco de la melodía. Hemos cambiado porque antes las canciones eran más melódicas. Ha salido así, tampoco era ninguna intención. Intentas expresar una idea e intentas componer algo que sea coherente con lo que estás diciendo. Si yo estoy indignada por algo, lo digo tal cual, tampoco lo voy a adornar con una melodía “ou, yeah” (risas). ¿Vuestra proyección internacional os ha influido a la hora de componer estas nuevas canciones? Todo influye, pero en realidad no compones pensando: “Esto lo voy a tocar por x país”. Supongo que influye en el sentido en el que hay un poco más de presión, porque esto no se va a quedar solo en casa. Va a salir al mundo y sí que da un poco de canguelo, pero al final no compones pensando en las otras personas sino en lo que te gusta a ti y lo que les gusta a los miembros de la banda. De vez en cuando veréis los datos de oyentes en Spotify y demás redes. ¿Cuál ha sido el lugar desde donde os escuchan y jamáis hubierais pensado que pasaría? Pues últimamente nos están escuchando mucho en Tokio. Me flipa. Y por ejemplo en Sudáfrica nos escucha… una persona. Mola ver cómo en algunos países solo nos escucha una persona, es curioso. El año pasado sacasteis un EP con versiones de Echo & The Bunnymen, The Sound, The Replacements y Hüsker Dü. ¿Por qué elegisteis estas canciones de estas bandas? R: Hicimos una lista muy larga de grupos de los cuales hacer covers, y nos hemos quedado con las ganas de hacer muchas más que puede que hagamos otra vez. Pero hicimos esta selección porque Replacements y Hüsker Dü están muy unidos entre ellos, y The Sound y Echo & The Bunnymen también. En vez de pillar grupos separados, quisimos pillar “parejas de grupos”. Más que nada porque tenía que haber algún criterio para elegir. ¿Cómo puede llegar a influenciar en la música de Mourn todo lo que estamos viviendo en los últimos meses: desde el 8-M, el movimiento #MeToo, toda la nueva vanguardia que hay entorno y en favor de los derechos de la mujer? Sí que influye, porque yo, que me considero persona (como todas las personas del mundo), nunca había pensado que para otra persona el hecho de que yo fuera mujer y tocara fuera algo sorprendente. Como si fuera un hándicap. Sabes que es la realidad para mucha gente, incluso para muchos periodistas musicales de la escena estatal. Que piensan que por el hecho de ser adolescentes y de ser chicas, os lo tendréis que currar el triple porque o sois un poco más torpes o no tenéis la gracia de los tíos. Sí, te sientes obligada a justificar que no tiene nada que ver. Nos tratan en plan paternalista, y ya si le sumas el tema de la juventud… A mí me han llegado a decir: “Oye, para ser tías tocáis de puta madre”. ¡Tío, pero qué coño! Ni que tuviéramos dedos diferentes súper atrofiados, es que no tiene sentido. ¿Mi cerebro no funciona bien? No sé, yo en mi vida me hubiera cuestionado si podía o no hacer algo, para que me venga uno diciendo “pues para ser niñita, muy bien”. ¡Vete a la mierda! Muchas veces hablándolo con compañeros vuestros de profesión, como los de Crab Apples o Belako, nos han dicho lo mismo. Infravalorar al grupo porque su esencia creativa sean chicas. Entonces hay ocasiones en que sí influye dentro del arte o de la propuesta, y en otras, cada uno sigue con su proceso creativo, no ajeno al mundo, sino que se influencia por otros temas. Era por eso la pregunta. No nos hemos inspirado en eso para hacer letras, pero sí que te sientes más apoyada porque al final no mola estar tú sola contra el mundo, ¿sabes? Y si todo el mundo te está diciendo que en realidad no deberías poder hacer esto, te sientes mal porque no tienes esa imagen de ti mismo ni de tus compañeras. Una distorsión muy extraña desde fuera. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.