Manual de uso:

De nuevo, hago llamamiento a no posicionarse. El análisis del concepto “contradicción” es el núcleo de estos textos. Se presenta el blanco y el negro en un caso extremo, pero hay toda una paleta de configuraciones posibles. Cada cuál configure la suya, aunque luego la deje marchar, pues de nuevo, no hay que posicionarse.

 

Individuo X tiene una relación estable con mirada puesta en el futuro.

Conversa con un amigo.

Es feliz.

 

Nos encontramos en un momento duro para el amor.

Cada vez es más difícil creer en su existencia.

Pero debemos creer.

Parece que las amplias posibilidades que nos concede

la vida hoy, también nos produce dudas

instantáneas en cuanto algo no funciona en una relación.

Creo en la evolución, pero no creo en un cambio drástico.

Estamos enzarzados en una lucha constante.

Tal vez más dura de lo que fue nunca.

Parece que hoy todo sea desechable.

Todo es sustituible.

Pero una pareja, en la que depositas tu confianza,

es fundamental.

No no, de verdad.

La confianza y el afecto no son caducos en ese aspecto.

Y por ello, esas nuevas “modalidades” del amor,

aquellas que dan pie a

un número mayor de dos,

un tiempo menor a un día,

un objetivo nulo,

un camino con fin desde el principio,

una diversión simple

o

una huida constante de la responsabilidad,

para mí,

no son,

si serán

nunca

amor.

 

Individuo X ha roto con la pareja estable que trazaba su futuro.

Conversa con otro amigo.

Es feliz.

¿? 

 

Qué buen momento es para el amor.

Por fin se va desvelando su verdadera existencia.

No debemos creer en la palabra “amor”.

Como está concebida.

Las amplias posibilidades que nos dan fuerza,

a día de hoy,

prueban que las relaciones también son desechables.

La evolución ha generado una rotura en el tópico.

La lucha sigue.

Vamos abriendo los ojos.

Hoy todo se ha vuelto sustituible.

Todo está al alcance de nuestras manos.

Lo que no queremos,

o queremos,

se acepta o se borra con un gesto de nuestro dedo.

La confianza está sobrevalorada.

Es más, es otra cosa que podemos reemplazar.

Quitar y poner, donde y cuando nos plazca.

El “amor” ya es así.

Todo lo que configura una relación,

se debe desfragmentar en un puzzle que está bajo nuestro control.

Pronto llegaremos a gestionar los elementos del afecto.

Como una aplicación.

Contigo afecto,

contigo confianza,

y contigo sexo.

Si todos aceptamos el pacto, funcionará.

Las nuevas modalidades del “amor”

ya pueden dar pie a

un número mayor de dos,

un tiempo menor a un día,

un objetivo nulo,

un camino con fin desde el principio,

una diversión simple

o

una huida constante de la responsabilidad.

Para mí,

todo es

o

será

parte del

amor.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.