El control de la culturaEl gobierno impone su ideología en las instituciones judiciales contra la libertad de expresiónMiquel Martorell 27 febrero, 2018 Todos y todas sabemos que después de la férrea censura franquista los gobiernos posteriores permitieron, por lo general, una libertad inmensa en el mundo de la cultura. Por que, mientras otro países europeos censuraban discos o películas, aquí, con el tufo dictatorial aún en el aire, no se prohibía oficialmente nada. Todo lo contrario, lo raro era prohibir una película, un disco o un libro. Se empezó a ejercer, como contaba el recién fallecido Forges, una nueva forma de censura: la económica. Cuando las grandes empresas mediáticas y editoriales abandonaban, y abandonan, un proyecto porque algún anunciante muestra su disconformidad con la idea. Esta situación, la censura económica, inherente al propia sistema económico, cambió cuando en el año 2015 el gobierno del Partido Popular, aún en el poder, sacó adelante la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana, más conocida como la Ley Mordaza. La nueva ley era el anuncio de una nueva política para la relación entre la sociedad civil y las instituciones. Una manera punitiva y restrictiva de entender la justicia. Teniendo en cuenta que esta ley ofrece un marco legal idóneo para la sanción y la condena, el sistema judicial español, por lo general tan conservador y reaccionario como los partidos que lo han constituido, aprovechó semejante coyuntura para condenar y criminalizar aquellas expresiones que discrepaban respecto de sus puntos de vista. Las condenas a tuiteros y tuiteras, raperos, raperas y demás artistas o activistas solo puede entenderse dentro de este marco judicial que cuenta por un lado, con una ley muy conservadora y punitiva, y por el otro lado con la influencia que la ideología del gobierno tiene en el sistema judicial. Es triste vernos en esta situación cuando pensábamos que habíamos conseguido tantas libertades pero, cualquier pensamiento que se exprese de manera ‘inadecuada‘ es susceptible de ser castigado por la ley. La tendencia que marca esta ley y que se ejerce con estas decisiones judiciales nos permite ver que no está todo conseguido en las instituciones, que seguimos necesitando leyes que garanticen la libertad de expresión y que no permitan que, incluso en las casos más repugnantes, encerremos a la gente por decir lo que piensa. A las palabras hay que combatirlas con más palabras, esa es la libertad. Ahora bien, quien siembra temor y castigo, habitualmente recoge lo mismo. El gobierno y algunos jueces han tomado su posición, ahora nos queda a todos y todas las personas que pensemos que la libertad se ejerce, en gran medida, en la cultura, y que esta debe poder expresarse en una canción, un libro o una exposición sin que nos puedan prohibir publicar o decir aquello que pensamos. La cultura debe crear un frente común contra estas restricciones que coartan las expresiones artísticas que tanto alabamos y vivimos. Frente a las injusticias como las vividas, sobretodo, en estos últimos meses, lo mejor que podemos hacer es reivindicar nuestro derecho a pensar libremente y esto, como suele decirse del movimiento, se demuestra pensando. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.