Hivern Elèctric_Cap.3Coldplay: Viva la vida o la muerte y todos sus amigosYeray Calvo 30 marzo, 2016 Coldplay es actualmente una de las bandas que más éxito comercial cosecha en todo el mundo. Desde hace ya bastante años parecen instalados en la liga de los elegidos con la mágica capacidad para llenar estadios en países de todos los continentes. La banda británica ha sido muy criticada por las mutaciones que ha ido experimentando su música, disco tras disco, hasta convertirse en una banda de pop comercial, en ocasiones más cerca de ‘Beyoncés’ y ‘Rihannas’ que de ‘Radioheads’ o ‘Travis’, por poner un par de ejemplos a los que remitía las sonoridades de sus primeras producciones. Uno de los comentarios más repetidos en redes sociales en referencia a Coldplay tienen que ver con la añoranza de aquel primer “Parachutes” o incluso de su continuación “A rush of blood to the head”. Lo cierto es que parece que en pleno 2016 queda muy poco de aquella banda británica de pop-rock alternativo; de aquel “Yellow”, “Trouble”, “The Scientist”, “Clocks”… Tengo que confesar que siempre he sentido devoción por este grupo y especialmente por las composiciones de Chris Martin. También por si timbre de voz. Creo que hasta el “Viva la Vida or Death and all his Friends” siempre lograron colocar uno o dos canciones condenadas a pasar a la historia de la música. Es una opinión completamente subjetiva y no espero que sea compartida, pero así lo siento. Incluso el tan denostado por la propia banda tercer disco, “X&Y”, contenía una de las canciones más bonitas que jamás he escuchado, “Fix You”. A partir del “Viva la Vida” sus discos han apostado por producciones más pomposas, con canciones con estribillos preparados para ser coreados en los estadios y por recursos tan brillantes como cada vez más predecibles. Su música se ha ido convirtiendo, a mí modo de ver, en fuegos artificiales con capacidad para deslumbrar de forma intensa, pero por un período menor de tiempo. Creo que son destellos que no perdurarán en el transcurso de los años. Creo que la mayoría de gente que se gastará 80 euros en ver a Coldplay en esta gira que se avecina lo hará por escuchar sus antiguas canciones, las que perdurarán en el tiempo por décadas, y no tanto por sus recientes ‘éxitos’ comerciales, que paradójicamente registran datos de reproducciones mucho mayores que sus clásicos. Quiero creer que es así. Me da pena ver como Chris Martin cada vez abandona más los instrumentos en los conciertos para dedicarse a dar saltos y tratar de llegar a notas altas en falsetes imposibles, que en ocasiones suenan a rayos. Me da pena que cada vez más utilicen programaciones para defender discos que no pueden defender ellos cuatro, como hacían no hace tanto. Dicho esto, creo que la mutación musical no se debe a que quieran volverse comerciales para ganar dinero. Ya eran comerciales y mundialmente famosos antes de “Paradise”, de “Every Teardrop is a Waterfall” o de su “Adventure of the lifetime”. Creo que no lo necesitaban. Al menos quiero creerlo. Además tienen todo el derecho a evolucionar como banda y cambiar, el mismo derecho que tienen sus seguidores a dejar de serlo si no les gustan los nuevos temas. Mientras, en la red seguirán los comentarios destructivos y los insultos hacia una banda que sigue ensanchando su cuentas bancarias, y yo, mientras, seguiré pensando en cómo Chris Martin fue capaz de componer canciones tan jodidamente bonitas como “Yellow”, “Fix You”, “The Scientist” o “In my place”. Aunque su última canción sea un intento, inútil pero exitoso, de parecerse a David Ghetta. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.