Me vino a la cabeza después de un concierto, estaba escuchando las quejas de un fan indignado porque un grupo no había tocado sus temas favoritos. ¡Boom! Debate.

“¡Son unos engreídos que no quieren tocar sus éxitos! Tenemos derecho a protestar, hemos pagado la entrada ¡No serían nada sin nosotros! (Bla, bla, bla…)”

Al rato, el fan indignado empezó a criticar su último disco: ”Han perdido la esencia por completo”. ¡Vaya tópico! Me acordé del nombre del segundo disco de Manos de Topo: El primero era mejor. ¡Qué bueno tomárselo con ironía!

Soy el primero que quiere escuchar su canción favorita en un concierto, pero quizá a veces no lo estemos pensando bien cuando les componemos nosotros el setlist. Si exigimos a los artistas unos temas concretos o un estilo de disco determinado quizá nos estemos perdiendo algo mágico con lo que podría ser capaz de sorprendernos.

Es cierto que no aplaudo una nueva canción si no me gusta, pero sí suelo aplaudir la valentía de que la hayan lanzado cambiando de idioma, pasándose a un formato más eléctrico o cualquier cosa de estas… De algún modo pienso que apoyando que se atrevan a cambiar participo en que sigan experimentando siempre y acaben por descubrirnos algo nuevo potente más adelante.

PD: A los dos días de pensar en ello y escribir esta entrada fui al teatro Lara a ver a Devendra Banhart, me encantó. Pensé que estaba loco, que se caga en el público y que quizá eso es lo mejor. ¿Qué opinas?

Foto: Devendra Banhart y Andy Cabic en el Teatro Lara de Madrid el 25/5/15.
Suena: https://open.spotify.com/track/7kP6EDrmTS5uzJQy8GOMEl

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