Ya lo habréis oído por ahí, nos vamos a la huelga. Este 8 de Marzo las mujeres hemos decidido que no basta con salir detrás de una pancarta como todos los años, que ya está bien de ser invisibles. Y precisamente por visibilidad decidimos parar. Además no es una huelga cualquiera; es una huelga laboral, de cuidados, de labores domésticas y de consumo. Es una huelga de todas las mujeres. A ver si nos ha quedado claro: ¿Las estudiantes? A la huelga. ¿Las amas de casa? A la huelga. ¿Las pensionistas? A la huelga. Vamos a demostrarle a este país, que sin nosotras ahí abajo ‘aguantando’, no hay paz social. 

Dice el señoro Rafa Hernando que ‘las mujeres no estamos para perder parte de nuestro salario por estas cosas’. Pues oye Rafa, no. No estamos para perder salario, y te explico por qué: las mujeres españolas cobran -de media y transversalmente- un 13% menos que los hombres, además ocupan el 75% de los contratos a tiempo parcial -por motivos de cuidados u oferta-, dedicamos el doble de horas que nuestros compañeros a los trabajos no remunerados y seguimos siendo mayoría en las colas del paro -un 3’8% más que los hombres-. Como consecuencia directa de esto, querido Rafa, somos recipiente de las pensiones más bajas que reparte el Estado Español y de las cuales estos días tanto se habla debido a las protestas.

Vamos, que tiene usted razón, no estamos tan estupendas como para permitirnos perder dinero, pero eso que usted llama ‘estas cosas’ es la desigualdad económica y social que vivimos las mujeres por el simple hecho de serlo. ‘Estas cosas’ también es una sociedad que permite la proliferación de la cultura de la violación mediante la normalización del acoso callejero, la cosificación de la mujer, el victim blaming, o la trivialización de la violación -ese grupo de whatsapp donde haces bromitas con el Rohypnol o el cloroformo- y que desembocan en la terrible lacra de la violencia machista. Dentro de ‘estas cosas’, señor Hernando, entran las más de 1.000 víctimas de violencia machista sólo desde 2003. En 15 años, hijos sanos del heteropatriarcado han matado a 1.000 mujeres en nuestro país. Para que se haga una idea, ETA asesinó unas 858 personas en sus 50 años de historia. Su partido, señor Hernando, nunca ha hesitado en dar apoyo a las víctimas del terrorismo de ETA pero las mujeres tenemos que oírnos de su gobierno que la nuestra es una huelga: ‘elitista, insolidaria e irresponsable’. Tienen la cara de hormigón armado.

Mientras ustedes nos dicen cómo tenemos o no que reivindicar nuestros derechos humanos, este año han asesinado en España a 6 mujeres más. Mientras el gobierno de La Rioja pega cartelitos de #NotAllMen nosotras tenemos que gritar #NiUnaMenos. Mientras las redes sociales se llenan de #MeToo en nuestro país se registra una denuncia por violación cada 8 horas. Mientras las españolas somos un 60% de las graduadas en estudios superiores, no llegamos a los puestos de administración de las empresas. Llevamos 200 años de lucha feminista y seguimos, a grosso modo, igual. Sí, cada 4 años votamos y no necesitamos el permiso de nuestros maridos para abrirnos cuentas bancarias, pero la discriminación y la violencia de género son una realidad diaria. Así que no, esta huelga no sólo atañe a mujeres trabajadoras con razones económicas, esta huelga se trata de tener los mismos derechos que nuestros compañeros ya que en algunos casos hasta tenemos el doble de deberes.

Si ponemos la lupa sobre las minorías dentro del colectivo femenino y vemos estos mismos datos; observamos que también es una cuestión de raza, de religión y LGTBI. Las mujeres en Hollywood están gritando ‘Time’s Up’. En la cultura -ese supuesto oasis cooltureta y progresista- las mujeres seguimos siendo minoría. Sobre los escenarios de los grandes festivales somos casi inexistentes. Se nos valora como consumidoras y se nos desprecia como trabajadoras. No importa nuestra procedencia o sector #SiNosTocanAUnaNosTocanATodas.

Sobre nuestras espaldas se ha construido un modelo económico y social diseñado para oprimirnos, el 8 de Marzo decimos basta. Le vamos a enseñar a la sociedad española que no sólo somos el 51% de la población española, somos la mayoría silenciada, aquella sobre cuyas lágrimas se construyen los privilegios masculinos. Cuando no estemos, nos van a oír.

Vamos #HaciaLaHuelgaFeminista.

Huelga feminista en Islandia del 24 de octubre de 1975.

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