Sona el Deleste, el festival gourmet sale a la calle

Deleste llega a su sexta edición con una personalidad propia ya formada. Ha dejado atrás su adolescencia, donde era el chico rarito con gafas que prefería ir a la filmoteca que a un partido de fútbol, y ha consolidado su carácter. En estos cinco años ha huido de masificaciones, de botellones y de la fiesta por la fiesta. Durante todo este tiempo observaba como otros festivales optaban por el confeti, la purpurina, el ruido, las pistolas de agua e incluso Izal. Pero también vio como salieron a la calle. Y tomó nota.

La Plaza del Trigo en Aranda, la de España en Miranda o Plaza de las Flores en Murcia. Sonorama, Ebrovisión y el desaparecido SOS convirtieron estos lugares en míticos. En lugares de peregrinación que se volvieron el plato fuerte de sus propuestas. Fue algo espontáneo, como por ósmosis. Estos festivales quisieron que sus calles abrazaran a la música y la gente hizo el resto.

En su línea artesanal y gourmet, la nueva edición del Deleste hará propia esa línea del “Heroes” del añorado David Bowie y condensará en una jornada los dos días de años anteriores. “Just for one day” luce ahora en su cartel y resonará en La Rambleta. Pero aún hay más. Deleste también sale a la calle. Al mítico Barrio del Carmen.

Este sábado 21 de octubre Sona el Deleste, la presentación del festival, celebrará una jornada festiva con L.A. como cabeza de cartel, el claustro del Centre del Carme como enclave único y la luz del sol como manto que cubrirá todo. El evento, gratuito y de carácter familiar, estará Integrado con Intramurs, el certamen multidisciplinar, y contará con la colaboración de Sona la Dipu.

Que Valencia abra el Barrio del Carmen a más proyectos culturales sería la mejor de las noticias para la ciudad. Si Sona el Deleste es un éxito y convierte al viejo claustro en su particular Plaza del Trigo, el objetivo estará más cerca. Pase lo que pase, aplaudimos la valentía y las miras de un festival que se ha hecho mayor.