La Redacción Atómica al completo lloran el punto final de una sala en la que tantos y tantos buenos conciertos han vivido. Pero uno de sus miembros estará, si cabe, más apenado porque cierra la sala en la que conoció a su último y, esperemos, definitivo, amor.

Sí, la sala Repvblicca, seguramente la sala valenciana de grandes dimensiones mejor dotada en cuanto a recursos sonoros, dejará de lado el rock y el pop para convertirse en mocrodiscoteca y pervertir su espacio con música comercial y house.

Ahora serán otros los que se enamoren allí…

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