Nueve años después de su debut discográfico Fleet Foxes se ha consagrado como una de las bandas más robustas, sensibles y elegantes del panorama folk. Prueba de ello es el universo propio que han demostrado a través de un repertorio de canciones en las que convergen introspección y costumbrismo.

Tras seis años de silencio, la banda de Seattle ha regresado a escena conCrack-up (2017), un LP en el que continúan la estela de sus anteriores trabajos alimentando sus ya clásicas melodías trascendentales en las que aúnan reflexión, alegría y complejidad.

Su segundo trabajo, Helplessness Blues (2011) les hizo aún más grandes y las valió su primera nominación a los premios Grammy. Y es que, el buen hacer de sus miembros (Robin Pecknold, Skyler Skjelset, Casey Wescott, Christian Wargo y Morgan Henderson) han creado un universo propio con deliciosas armonías y preciosismo instrumental que en directo se convierte en una experiencia única. Una fascinante exhibición de originalidad y destreza que brillará en Mad Cool 2018 con toda su fuerza.

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