Lisasinson están de vuelta con “Un año de cambios”, doce canciones repletas de punk y carácter que reflejan el sentir de una generación 26 mayo, 2023 Tras adelantos como «No Sé Muy Bien» —el single con el que estrenaban su nueva etapa—, «Canción de Entretiempo» —que destellaba ternura, poesía y costumbrismo con pequeños ecos de post-punk—, «Últimamente» —un tema furioso y despechado—, «Cuchillos» —que arremetía a golpe de guitarras punk y mucho carisma—, o «Mochi», un tema nostálgico de pop en mayúsculas; Hoy nos traen su primer larga duración, «Un Año de Cambios». Porque escuchar a Lisasinson es como pegarse un chute de insolencia juvenil, y por algo son uno de los nombres clave ahora mismo en el panorama punk-rock y riot grrrl de España con su frescura contagiosa a la hora de hablar de amor y despecho, de “crushes” instantáneos y decepciones incurables. Titular un primer álbum “Un Año De Cambios” es en sí mismo un ejemplo de lo rápido que van las cosas. Y de algún modo ha sido así en la trayectoria de Lisasinson, tanto a nivel personal como profesional: singles, EPs, giras, colaboraciones, proyectos paralelos, cambios de formación… Así ha ido girando el mundo de Míriam y Paula hasta llegar a este álbum, un debut que ya destila madurez. Una palabra que nos parece bastante inapropiada para un álbum de punk-pop post-millennial. Pero que, a nivel de sonido e inteligencia compositiva, lo merece. Porque a nivel de energía, sobra decirlo, desborda electricidad juvenil incontrolable. Bedroom pop, distorsión, punk macarra e sarcástico, con letras que tratan temas costumbristas que van desde la amistad hasta el desamor, y su tan ya característico toque reivindicativo. Un álbum que retrata a toda una generación, mucho más maduro y voraz, que llega como un repertorio de hits indomables que permanecerán con nosotros durante mucho tiempo. “Un Año De Cambios” es un álbum producido y masterizado por Carlos Hernández —quien ha trabajado con Carolina Durante, Axolotes Mexicanos, Aiko El Grupo o Triángulo de Amor Bizarro— que le ha dado ese empujón de contundencia a nivel de sonido, pero que a la vez ha permitido realzar todos los matices de un disco que trasciende el punk-pop de ascensión riot grrrl. Porque aquí hablan las canciones. Redondas, inmensas. Doce himnos, sin altibajos. Hechos desde la honestidad y la asertividad más directa. Como los grandes discos de debut. Esos que sobreviven a los años. **La foto de la portada es de Neelam Khan Vela y Boo Studio se ha encargado del diseño del disco. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.