Comienza a ser preocupante el ímpetu de algunos gobiernos locales por acabar con toda forma de música en directo.

A la entendible preocupación que tienen los dueños de las salas por las consecuencias que está acarreando la «Ley del Tabaco» (la gente se arremolina a las puertas de los garitos con el ruido que eso conlleva y eso puede llevar a algún vecino a denunciar) y el absurdo que se encuentra viviendo la valenciana sala El Loco, se une ahora la ordenanza municipal del Ayuntamiento de Madrid por la cual prohíbe que haya conciertos en lugares que carezcan de la licencia de sala de conciertos, incluso aunque sean en formato acústico.

Esto ha obligado a varios locales a cancelar algunos conciertos durante este fin de semana pasada y, la verdad, la cosa no tiene muy buena pinta.

Como dicen en hipersónica.com, los responsables políticos de Madrid dan así un desagradable doble golpe a la cultura musical y a los locales que la fomentaban. Esperemos que decisiones así no se extiendan al resto del país. No sólo de macro-conciertos vive el hombre.

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