Quien a hierro mata: adicción a la venganza Crítica de la última película dirigida por Paco PlazaPaula Real 14 septiembre, 2019 Paco Plaza narra una historia de rencor camuflada bajo una trama sobre narcotráfico. El veterano cineasta de terror, co-director junto a Jaume Balagueró, del fenómeno contagioso Rec (2007) – película que abrió escuela con un remake estadounidense-, es conocido en nuestro país por otras películas como Verónica, pieza que el creador coronaba como la mejor de su trayectoria durante el diálogo-presentación que ofreció el pasado 10 de septiembre para los alumnos de Comunicación Audiovisual de la universidad CEU Cardenal Herrera. Esta vez nos saca del género al que acostumbra con un thriller. Seducido por la idea de dirigir sin someterse al enclaustramiento que supone dedicarse al guion, nos conduce a una ambientación en tierras gallegas, ya habitual en otras producciones como “Fariña”, que han llevado a algunos a pensar si la obra “Quien a hierro mata” no es más que otro medio para explotar el morbo del contrabando gallego. Su director se defiende apelando a lo ficticio de su relato, que combina trepidantes persecuciones policiales con la rutinaria vida de un hospital geriátrico, donde Mario (Luis Tosar) conoce al capo que propició la muerte de su hermano. Como comentaba en el coloquio Paco Plaza, “todo en la película tiene un significado» por ello cabe prestar atención al simbolismo discreto, y no siempre apreciable por el espectador, de la puesta en escena. Algunos detalles son las siglas de las matrículas de los coches, o la presencia del color rosa, anuncio de una muerte inminente. Queda poco que decir cuando el protagonista es Luis Tosar, célebre en prácticamente todas sus películas. Aunque en un primer momento el actor rechazaba el papel incomodado por su reciente paternidad, acabó accediendo ante un tiempo más prolongado que le ofertaba la productora. Tal vez el personaje de Tosar permitía jugar con una gama más amplia del espectro emotivo, fluctuando entre diversos sentimientos y por ello su actuación ha sido tachada de “plana” por algunos, aunque el aspecto distante y metódico que le otorga a su personaje logra erizar el vello. Quién si ha resultado ser un descubrimiento favorable es Quique (Enric Auquer), hijo menor del capo, joven ambicioso y prepotente que oculta en realidad a un niño carente de aprobación parental. Seguramente no tardemos en ver al actor revelación en futuras producciones, cuya lograda caracterización está ya en boca del espectador. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.