Ha pasado una década y media desde que “Capturing the Friedmans” (2003), de Andrew Jarecki, se llevará el premio a Mejor Largometraje en la primera edición de Documenta Madrid, un festival que desde entonces ha ido reafirmando su compromiso con el descubrimiento y difusión de aquellas propuestas que definan el curso nacional e internacional del cine documental.

Encuentros cinematográficos tan importantes como el IFFR (International Film Festival Rotterdam), el Festival Internacional de Cine de Berlín, el Festival Cinema d’Autor de Barcelona, el Festival de Cine Europeo de Sevilla y el reciente Festival de Cine Español de Málaga avalan las historias que componen el cartel de este año, integrado por más de 1.500 títulos provenientes de 106 países, y que se exhibirán en la Cineteca de Matadero Madrid, la Filmoteca Española, la Casa América, el Institut Français, la Sala Equis y el Centro Cultural Casa del Reloj.

Las últimas cuatro ganadoras en la Sección Largometraje Internacional: “My Name is Salt” (2014), “Tell spring not to come this year” (2015), “When two worlds collide” (2016) y “City of the Sun” (2017).

Entre los títulos más destacados en la Sección Competitiva Nacional encontramos “Ainhoa, yo no soy esa” (2017), de la premiada cineasta chilena Carolina Astudillo, “Escorèu, 24 de diciembre de 1937” (2017), un tratado sobre los crímenes franquistas dirigido por el experimentado Ramón Lluís Bande, “Everyone in Hawaii has a Six Pack” (2014), donde nos adentramos en la vida de un grupo de adolescentes de La Gomera (Canarias) y “Tódalas mulleres que coñezo” (2018), de la gallega Xiana do Teixeiro, un conjunto de testimonios sobre los miedos y peligros que la mujer soporta en la sociedad contemporánea.

“[Documenta Madrid] es un lugar en el que entender

la realidad gracias al trabajo de los autores que están

redefiniendo las fronteras estéticas del cine”

Por otro lado, un intimista viaje al pasado (“Amanecer”, 2018), un relato transgresor y feminista (“Bixa Travesty” 2018), el adoctrinamiento como perpétuo legado (“Of Fathers and Sons”, 2017) y la sangrienta herencia de un popular barrio bogotano (“Cartucho”, 2017) son algunas de las temáticas que más resaltan de la Sección Competitiva Internacional.

Definido por sus directores, David Varela y Andrea Guzmán, como “un lugar en el que entender la realidad gracias al trabajo de los autores que están redefiniendo las fronteras estéticas del cine”, Documenta Madrid promete, en sus diez días de duración, seguir consolidando su importante aporte a una necesaria reflexión del cine como espejo de la realidad y herramienta del cambio.

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