Grupo: Varios artistas
Sala: La Mutant

Un nuevo horizonte se abre en la programación anual de La Mutant, este sábado 9 se ha celebrado la primera edición de Dissabte Negre. Este one-day festival se perfila como un atractivo reclamo para los amantes del heavy metal y el punk-rock, en sus variantes más alternativas. Este ambicioso proyecto surge de la unión de algunas de las organizaciones encargadas de hacer tambalear los cimientos de la ciudad con su programación. Verlag System, que este año celebra 5 años produciendo contracultura, Orxata Negra o el Tagomago Fest, han sido algunos de los encargados de montar esta fiesta.

La Mutant, que también es conocida por ser un espacio de confluencia para la innovación y la vanguardia, ha sido el espacio seleccionado para su celebración. Un espacio, que tal y como hemos señalado en otras ocasiones, ha vuelto a hacer gala de su buena organización y ha sabido afrontar este nuevo reto.

Dissabte Negre pretende, a semejanza de otros festivales urbanos, dar un paso más allá y no limitarse a ser un escenario musical. Es por ello que integra en su esencia algunos elementos de denuncia socio-política que se han ido introducido con la evolución de estos géneros musicales. Por ello, y previamente al desmelene y al headbanging, la organización, conjuntamente a Vendo Oro y Fanzineología, programaron una mesa redonda bajo el título de “El ruido de la cultura”. En ella la intención era desenvolver todo el entramado que rodea a la cultura, una perspectiva diferente que contrapusiera el romanticismo que acompaña al concepto de “cultura” frente a los retos a los que debe enfrentarse y que son lanzados tanto desde la Administración como desde una sociedad que muestra una concienciación cada vez más transversal.

Sin embargo y echando un fugaz vistazo crítico al cartel del festival encontramos rápidamente un pero, la práctica ausencia de integrantes femeninas en los grupos, a excepción de Sara, batería de Automuro. Esta triste realidad que, lamentablemente, ha acompañado a estos géneros desde su nacimiento, esperemos se convierta en un punto de partida para progresar en futuras ediciones.

Los encargados de arrancar esta primera edición fueron los valencianos Automuro, viejos conocidos de otros espacios de la ciudad y a los que pudimos ver en el noveno aniversario de la CSA Residencia. Desde entonces y tras pasar un tiempo en silencio, volvieron a hacernos vibrar con esa potente mescolanza entre el trash, el punk y el black metal, estilos que convergen en la furia y violencia que destilan sus canciones.

Traidor, otros habituales de la escena valenciana, tomaron el relevo para hacer sumergir al público en el espesor de su sonido puramente “sludge”, sin perder de vista las reivindicaciones animalistas. En La Mutant hicieron sonar los temas que componen “Holocausto cotidiano”, un trabajo que ha obtenido una muy buena recepción tal y como se manifestó con la euforia desatada entre los asistentes.

La dosis de grindcore vino de parte de Nashgul, una formación con casi dos décadas a sus espaldas y que han logrado hacerse un hueco en la escena internacional. Su directo, machacón y contundente, estrenó nuestra ciudad de la mejor manera posible.

Acto seguido subieron al escenario sus paisanos Black Panda, unos gallegos que llevan un paso más allá el concepto de “crust ‘n’ roll”. Gamberros e ilimitados en sus formas, destacan por la originalidad y picardía de sus letras. Una combinación que convirtió su directo en una auténtica chifladura en la que recorrieron buena parte de su discografía, arrancando con “Redneck 2.0” hasta el estallido final con “Ulan Bator”.

La última actuación de la noche estuvo a cargo de los internacionales, Entombed Ad. De ellos ha bebido lo que hoy conocemos con el “sonido de Estocolmo”, death metal en su máxima expresión. Inagotables, tras más de treinta años en acción en los que no han dejado de evolucionar, abarrotaron el auditorio y no mostraron clemencia ante nuestros ya castigados tímpanos.

El cierre deja un buen sabor de boca. Buen rollo, precios populares y nuevas experiencias incluso para quienes se muestran más condicionados ante los prejuicios que tradicionalmente envuelven al heavy metal. Dissabte Negre se convierte, sobre todo, en un festival potencial, que puede ofrecernos mucho más en futuras ediciones y superar los hitos ya conseguidos.

Fotos y crónica: Cynthia Cruz

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