EMAUPM + Radar: La espina dorsal de las cancionesBorja Mompó 6 junio, 2011 Grupo: El Mató a un Policía Motorizado + RadarSala: La Pinça Muchos respiramos tranquilos al saber que la gira de Radar y El Mató a un Policía Motorizado tenía su parada en Valencia. Hubiera sido de verdad una pena no poder volver a disfrutar de estas dos bandas juntas, como ya lo hicimos hace más o menos un año en aquel gran concierto de la sala Loco. Desde entonces ambos grupos han llevado caminos paralelos y un año después vuelven a reunirse para regalar su directo en varias ciudades de la península. A lo largo de este último año, Radar ha pasado de ser el embrión de un genial proyecto, a una banda con un sonido más que asentado. Demostrando en cada concierto, que tienen muy clara su propuesta y que apuestan por ella hasta las últimas consecuencias. Realmente son gente que disfruta en el escenario y conciertos no les han faltado en todos esos meses. Por su parte los argentinos El Mató a un Policía Motorizado, apenas han dejado de tocar desde entonces. Su reconocimiento a la otra parte del charco, les posiciona como una de las bandas independientes con más proyección del país y su número de seguidores no deja de crecer de forma incontenible. Su vuelta a España, tuvo su correspondiente parada en el Primavera Sound, donde por segundo año consecutivo volvieron a dar un golpe en la mesa con su directo arrollador. Un pequeño aperitivo de todo esto, pudimos saborear el pasado lunes en el genial emplazamiento de La Pinça. Ambas bandas se presentaron en formato acústico en una tarde que prometía ser de lo más familiar y agradable. Apetecía pasarse por ahí a tomar una cervecita y charlar con los parroquianos. Jorge Álvarez se adelantó al resto de los Radar y se tocó un par de temas con la acústica. Como siempre tan bien ejecutadas y limpias, las canciones de los de Xàtiva funcionaron a la perfección en este formato casero y sorprendieron a algún despistado que no conocía su repertorio. En apenas treinta minutos repasaron los temas más emblemáticos de su genial Balón de oro. Fueron los perfectos anfitriones para unos invitados de honor que llegaban a casa con muchos kilómetros a las espaldas. Con la mesa ya preparada, los argentinos tomaron el salón y en pocos minutos crearon un clima extrañamente acongojante y luminoso. Esta vez hubo una cierta variación el reparto de instrumentos, incorporando a la formación teclados y violín. El batería por su parte hacía su trabajo sentado en el sofá con un pequeño set de percusión. Todo ayudaba a crear una cercanía con la banda, realmente privilegiada para los allí presentes. Los temas acostumbrados a sonar arrolladores y potentes, sonaban desnudos esta vez, pero sin perder esa personalidad abrumadora. Pudimos verle la espina dorsal a cada una de las composiciones. Progresiones de acordes muy sencillas que van creciendo conforme sube la intensidad de la interpretación. Un lujo poder percibir tan de cerca este saber hacer. Una gran tarde pues, la del pasado lunes. No suele ser habitual tener la oportunidad de compartir habitáculo con bandas de este calibre. Y eso es algo que sabíamos todos los allí presentes. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.