Grupo: Kevin Johansen & The Nada
Sala: Sala But

Kevin Johansen sabe que si sonríe cuando canta su música entra mejor, es consciente de que baila bien (muy bien), también entiende de bromas y nos hace reír con ellas entre tema y tema y que si junta todo eso en un mismo concierto puede salirle todo tan redondo como un círculo hecho con compás. Eso es justo lo que pasó en su directo en la sala But de Madrid.

Había mucha gente en la sala. En la pista, a los lados, en la zona de arriba, en general. Cuando se abrió el telón Kevin ya estaba frente al micro, con su guitarra y empezó a tocar Es Como El Día, canción de su último disco que tiene una letra y melodía con tanta luz y positividad que consigue que tengas esperanza en toda la humanidad. También repasó temas de hace años como En mi Cabeza o Ni Idea, de su trabajo del año 2000 titulado The Nada.

Aparición estelar fue la de Jorge Drexler. Subió al escenario, abrazó a Kevin y cantó junto a él No Voy a Ser Yo, con la que mantuvo el grado de dulzura que hubo en todo el concierto.

Momento álgido de la noche fue cuando tocó Cumbiera Intelectual, de repente se subieron como diez chicas al escenario y un tío también, para bailar junto a Kevin esta canción, moviendo tanto las caderas que hubo peligro de contracturas.

Pero, aparte de la música, era especialmente llamativo su público. Todos, absolutamente todos los que estaban allí, sonreían mientras bailaban relajados, de un lado a otro, mirando al escenario, encantados de lo que estaba allí pasando. Creo que ese es el efecto que tiene Kevin, un tío que nació en Fairbanks (Alaska) hijo de madre argentina y padre estadounidense que vino a Madrid para hacernos felices durante un par de horas.

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