La última Cerveza Beer y a casa, júbilo en el cierre de etapa de Las Ruinas

Grupo: Las Ruinas + Fantastic Explosion
Sala: Loco Club

A principios de año publicábamos la reseña de Alucinaje (El Genio Equivocado, 2018), el noveno trabajo llegaba acompañado de la triste y temida confirmación de que el proyecto conocido por Las Ruinas tocaría a su fin en tan sólo unos meses. Valencia, que siempre ha concedido una cálida bienvenida a la formación barcelonesa, se convirtió en el tercer y último escenario para Edu Chirinos, Jaime Bertrán y Toni López. Andsons Producciones y la sala Loco Club aunaban fuerzas para hacer de la cita una fecha inolvidable para todos sus fans.

Fantastic Explosion fue la banda encargada de telonear semejante acontecimiento. Había pasado un lapso de tiempo considerable desde la publicación en 2016 de su mixtape DIY, Virginia, desde entonces la banda enfocó sus energías al trabajo en directo y hasta hace unos escasos meses no teníamos noticias acerca de su nuevo material.

En febrero los valencianos lanzaron su primer trabajo de estudio, Of Time, con el que se reafirmaron como una de las promesas más fulgurantes de la escena local. Una realidad en la que siempre han sabido rodearse de buena compañía, como es el caso de Diego Escriche (La Plata, Luz Verdadera, Alfa Estilo), encargado de grabar y mezclar Virginia.

Si bien la formación que componen Mike, Miquel, Reig, Rico and Juan está marcada por grandes referentes internacionales, entre los que ellos mismos destacan a los ingleses Happy Mondays o The Stone Roses, existen ciertos lazos que los unen a Las Ruinas. La psicodelia, como pilar maestro de su sonido, es el puente entre ambos, un terreno en el que los valencianos juegan con otros subgéneros como el heavy psych.

Mike, frontman y compositor de las letras que integran Of Time, desplegó todo su carisma en una actuación que empezó ligeramente tardía, logrando encender a un público cuyo estado de ánimo se aproximaba al de los protagonistas de 24 Hours Party People.  Con un marcado carácter subversivo que estuvo presente a lo largo de toda su actuación, presentaron los cortes que integran el EP con el que debutan. Tras hacerlo se despidieron entre risas de los asistentes, que se encontraban en el punto idóneo para decir adiós, o hasta luego, a una de las bandas más icónicas de esta generación. 

Toni, Jaime y Edu subieron al escenario con un humor idóneo que lograron contagiar a los asistentes, quienes no bajaron ni por un momento el ritmo a lo largo de más de una hora de directo. La sincronía entre ellos y el disfrute con el que actúan es palpable de una manera nitidísima, lo que a su vez confirma de manera inevitable la gran pérdida que es su despedida para el circuito patrio. Se remata un corazón fue la encargada de abrir un setlist en el que tuvo una marcada presencia su último trabajo, Alucinaje, sin implicar el olvido del resto de sus grandes himnos. Ramon y Cajal, Gabriel y Vencerás, Señoras que miran mal o Secundarios del mundo, uníos! marcaron algunos de los grandes momentos de la noche.

Fue una grata sorpresa recibir la noticia de que aún veríamos una vez más a Las Ruinas antes del adiós definitivo, antes de que llegasen los lamentos y pesares por no haber disfrutado de su directo en plenitud. Y precisamente de esto trataba esta última actuación, de hacer un buen uso del manido carpe diem, de no permitir que la introspección empañe ni por un segundo ese preciado momento que, al menos teóricamente, no se volverá a repetir. Las Ruinas han dejado un legado excepcional e indiscutible donde todo lo que se pueda añadir es mera palabrería. Un brindis con la última Cerveza Beer y larga vida a Las Ruinas.

Crónica y fotos: Cynthia Cruz.