Grupo: Pony Bravo
Sello: Telegrama
Año: 2019

Pony Bravo ha vuelto a dejarnos pasmados ante su último gran truco de magia, Gurú (Telegrama, 2019). Este LP, el cuarto en su carrera, fue lanzado a finales del mes pasado y tras unas semanas de reposo lo único que podría hacer justicia a semejante alborozo sensorial sería un sonoro e interminable aplauso.

Con una estrategia similar a la que ha empleado Novedades Carminha en su último disco, los sevillanos lanzaron tres adelantos a lo largo de 2018 que nos dejaron sedientos, arañando la promesa de una repentina lluvia en mitad del desierto que era su sequía musical. Seis años después de De Palmas y Cacería (El Rancho, 2013), 15 minutos de cortesía fueron necesarios para desatar una cadena de chispas que despertaría de nuevo la sed tanto de veteranos como de inmaculados admiradores.

Rey Boabdil, Piensa McFly, Espectro de Jung sirvieron de muestrario para recordarnos la fuerza y el carácter de la banda. Un estallido de conjunciones en el que se reforzaban los elementos que conformar su particular imaginario. La magia portentosa de Andalucía, la química de la psicodelia o recurrentes figuras de la cultura pop se esparcían en una marea de melodías y ritmos que partían del exotismo oriental hasta activar el inconsciente colectivo.

 

Pony Bravo han resultado ser brillantes, o al menos como entendemos brillantez en el mundo de la creatividad musical. No se han limitado a una renovación, a acunar entre sus influencias a géneros hasta ahora no explorados, a probar nuevas variantes y conformarse con un lavado de cara, jugar al ensayo y error. Tras un par de escuchas se adquiere la conciencia de que, lo que en primer lugar percibíamos como salvaje y caótico, se trata más bien de un plan perfectamente milimetrado, que ha acarreado unas cuántas sesiones de grabación y quizá alguna que otra rencilla necesaria para culminar en esta maravilla que es Gurú.

No es que Pony Bravo se hayan dejado caer nunca en los brazos de la fórmula comercial, ni siquiera han llegado a crear un método estructural que les asegurase la perpetuidad. Cuando otros grupos que se movían en el circuito alternativo patrio repitiendo mantras a sabiendas de que serían éxitos funcionales, los sevillanos se atrevían a ir siempre un paso más allá.

El humor, otro de los hilos conductores que ha tejido cada uno de los trabajos del grupo, se convierte en indispensable ahora más que nunca. Una herramienta que sirve para ponernos frente a frente con algunas incomodidades del panorama político-social, como en Casi Nazi o Relax y Rolex. Pero sin en algo son expertos Pony Bravo es en despuntar en todas las virtudes ya enumeradas mientras destilan ritmos hipnóticos que acaban penetrando en tu mente hasta descubrirte bamboleándote de lado a lado, como ocurre en Loca Mente, su reinterpretación de Las Grecas, o incluso haciéndonos llegar a un estado similar al trance, un arte que ilustra al milímetro Totomami.

Gurú es un trabajo para saborearlo, para retorcerlo y dejar que nos guíe allá donde nos quiera guiar la mente de Daniel Alonso. Podríamos pasarnos la tarde y buena parte de la noche deshilvanando cada juego de palabras y desencriptando esa concurrencia de sonidos dub, kraut y lo-fi, pero creemos que es mejor recomendaros asistir a la ceremonia ritual que promete ser su directo, el próximo 30 de marzo en la sala Loco Club. 

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