Entrevistamos a: Abraham Boba
Redactor: Andrés Verdeguer
Género:
País: España

Abraham Boba le ha dado varias vueltas a Iberia como músico de lujo de otras formaciones. Por ejemplo con Nacho Vegas. Su porte impecablemente elegante señala a un artista en constante ebullición. Es por eso que también encuentra la necesidad de componer y contar sus propias canciones. Ya son tres sus álbumes en solitario. Variopintos, cada uno diferente del otro. El último lleva por título 'Los días desierto' y lo ha editado con Limbostarr. Su luminosidad es fruto de la propia necesidad vital del músico, que se explica partiendo de sus referentes clásicos y en un tono de naturaleza doméstica. Ahora mismo sale de gira.

– Muchos han conocido a Abraham Boba como músico de lujo tras Vegas o De la Rosa. Pero tres álbumes en solitario ya son palabras mayores. ¿Qué les dice a todos esos muchos a los que les llegas, por así decirlo, por sorpresa?
Hay gente que ya conoce mis discos y otros se sorprenden al ver que tengo mi propio proyecto. No sé, a cada uno les digo cosas diferentes, depende del día en que me pillen. De todas formas me parece lógico que algunas personas lleguen a mi música a través de otra gente con la que trabajo que tienen una trayectoria más larga y una mayor repercusión mediática.

– Las coordenadas de ‘Los días desierto’ suenan personales, clásicas y domésticas, naturales. ¿Era esa la intención?
Sí, aunque no me gusta hacer los discos de forma premeditada. Hay que dajar que un disco se vaya construyendo poco a poco. Obviamente soy más de referentes clásicos que contemporáneos y sí que me gusta dotar a las canciones de un ambiente de andar por casa, sobre todo en las letras.

– Cada canción se antoja una experiencia y el conjunto del disco, una necesidad vital para seguir adelante.
Es verdad, en este sentido es un disco optimista. Puede ser que se traten temas duros o no demasiado livianos, pero al final el conjunto del disco tiene algo de esperanzador. Creo que esa sensación se fué colando poco a poco, también como reflejo de la etapa vital en la que me encuentro.

– ¿Más músico que letrista o al revés? ¿Es más de canciones urgentes que salen casi como sin uno darse cuenta o en cambio es más bien reflexivo?
Creo que las dos cosas son igual de importantes y que una refuerza a la otra. No soy capaz de entender una buena canción con una mala letra. Sí soy más de canciones urgentes, no suelo tardar demasiado en escribirlas, aunque algunas llevan más tiempo que otras. Reflexiono sobre algunas ideas o frases que me interesan durante tiempo, pero en cuanto a empiezo a exponerlas en una canción soy mucho más práctico. Si la comienzo y no me lleva a ninguna parte la abandono.

– ¿De los estrechos contactos con otras bandas y formaciones cuáles son los principales detalles que se ha llevado porque no quería que faltasen en su proyecto personal?
Cada proyecto es un mundo, y más cuando son proyectos personales. Puedes aprender muchas cosas trabajando con otros escritores de canciones, pero difícilmente puedes aplicarlas a una formación diferente. Creo que lo que sí se gana es un poso de trabajo que muchas veces ayuda a evolucionar y a ver tu proyecto desde otras perspectivas.

– Al final de ‘Los días desierto’ siempre hay luz. Hay sensaciones positivas. Ya sea por el brillo musical o “porque siempre podría haber sido peor”.
Sí, es lo que te comentaba antes. Creo que es un disco optimista.

– Son tres álbumes los que lleva. ¿Qué distingue a este último trabajo de los anteriores? ¿Qué distingue los resultados finales, pero también qué distingue las fases de elaboración: el dónde, el cuándo y el cómo?
La instrumentación es distinta, pero también los ritmos y la producción. En realidad varían muchas cosas con respecto a los otros dos discos. Quizá en este nuevo disco he querido aproximarme al pop como yo lo entiendo. También son las primeras canciones que he compuesto desde que vivo en Madrid, y que corresponden a una etapa de muchos cambios en mi vida. Creo que todo esto es positivo para avanzar y no hacer siempre el mismo disco, algo que a mi no me interesa.

– ¿Cómo se lleva con las redes sociales, Internet y todo aquello que ahora es, prácticamente, la principal rendija por la que puede llegar el músico a su público?
No muy bien. Tengo un blog al que presto menos atención de la que quiero, sobre todo por falta de tiempo. Soy consciente de que es una forma más de promoción, pero no creo que pasarme varias horas en las redes sociales vendiendo mi proyecto haga que acuda más público a los conciertos. Siempre he sido de la opinión de que la gente se entera de lo que quiere enterarse.

– Al iniciar esta gira en la que estás inmerso, ¿se arranca estando todo bien atado o hay espacio para la improvisación y la sorpresa?
Las giras también evolucionan con el tiempo. El primer concierto no tiene nada que ver con el último, por eso es necesario tocar mucho. Primero tocas una aproximación de la canción y luego ésta va creciendo y haciendo que los músicos la vayan interpretando de otras maneras.

– ¿Llevarás el equipo titular a todas las plazas o la alienación se irá adaptando según los escenarios?
Casi todos los conciertos los haré con la banda que me acompañó en la grabación del disco: Edu Baos al bajo, Pablo Magarños a la batería y Álvaro Segovia a la guitarra eléctrica. En algunos conciertos como Barcelona y Madrid también tendremos algunas colaboraciones de músicos que participaron el la grabación del disco.

– Con Limbo Starr plena confianza, ¿no?
Sí.

-¿Y para después, cuáles son los próximos proyectos?
Tocar todo lo que se pueda con este disco y en verano empezar a pensar en nuevas canciones.

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