La autogestión es un modelo de trabajo que nos está permitiendo avanzar, conocer, experimentar y decidir qué es lo mejor para nuestro proyecto. La libertad es absoluta, solamente tú diriges tus creaciones, las decisiones son propias y los tiempos son tuyos. Hacemos las cosas cuando queremos, como queremos y con quien nos da la real gana. Sí, es un hecho y da gustito. No obstante, existe un pensamiento generalizado en el que la autogestión es el salvavidas de toda una industria que desde luego lleva años haciendo aguas. Sin embargo, desde mi punto de vista, éste pensamiento peca en ocasiones por desconocer la profundidad del mar en el que nadamos.

Por una parte, y quizás la más importante, la autogestión necesita de un colchón económico realmente importante. Normalmente el único colchón que tenemos es para dormir, aunque siempre puedes hacerlo todo tu. La cuestión es: ¿Eso es posible? ¿Sí? Piensa, ¿realmente puedes hacer de productor, ingeniero de sonido, diseñador gráfico, manager, promotor, comunity manager, administrativo, audiovisual, responsable de prensa, etc. sin morir en el intento? ¿Sí? Siempre puedes delegar y echar mano de contactos/amigos pero hasta cierto punto. Siempre habrá inversión, aunque sea mínima. Por ello y, teniendo en cuenta que no hay colchón, tendrás que trabajar. Serás pluriempleado y, ¿tendrás tiempo material para todas las tareas? ¿Y para formarte?

Y si aún así logras hacer todo esto, ¿tiene un resultado profesional? Otra cosa no, pero la industria es feroz. Si deseas viabilidad en tu proyecto, necesitas resultados profesionales. ¿Eres un profesional en todos los campos? (¡ENHORABUENA! Quiero conocerte en persona) Si es el caso, ¿no crees que estás desprofesionalizando el sector?, ¿qué me dices de los profesionales? Estudios de grabación, productores, diseñadores gráficos, artistas que como tú pretenden comer de esto. Si no eres el caso de superhéroe/heroína que todo lo puede, siempre puedes delegar las acciones en los profesionales de los que anteriormente hablábamos aunque volvemos al principio: necesitas dinero.

La autogestión tiene un límite y es llevadero hasta cierto punto. Los conocidos casos de gestión propia provienen de un acto de valentía económico (Vetusta Morla), o más comúnmente de un cambio de acera cuando ya está labrado el camino (Amaral, Pet Shop Boys). Mi opinión al respecto es que este modelo de trabajo no es el salvavidas de nada. Es una vía tan válida como cualquier otra, sobretodo cuando es la única. Simplemente no me gusta como nos venden la historia de la autogestión cuando la realidad de la realidad es otra.

Foto: Manuela Medina

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