Individuo X – Día 1-3-5…

 

Bonita es la época en la que nos encontramos para el arte.

Más que nunca, el significado del arte se ensalza.

El sentido de dejar marca antes de nuestra desaparición ha cobrado su mayor significado.

Tenemos un espacio, un nuevo Ágora virtual, que nos conecta a todos en todo momento, y en el cual todo son oídos que escuchan y ojos que ven.

Los famosos quince minutos de fama ahora son cinco, más cortos, pero con posibilidad de repetir.

Toda forma de expresión y comunicar se recibe con los brazos abiertos.

Hay más inquietudes que nunca. Sinergias entre artes, deformaciones del mismo.

Subgéneros, extensiones, formatos… Todo un mundo de posibilidades y nuevas perspectivas.

Antes era la época de la burguesía y el acceso filtrado. Ahora, la llamada del talento es la bandera de esta realidad. Los medios no cuentan. Si tienes algo que ofrecer, tienes la puerta abierta para lanzar “El grito”. Todos están pendientes.

Cuanta riqueza de nuevas perspectivas, que reciben la justicia de poder ser vistas, escuchadas, palpadas.

Sin duda, todo sigue el progreso de la expresión. El nivel, es cada vez más alto. Casi hablaríamos de ingenierías del arte.

Qué bonita es esta época en la que nos encontramos. Para el arte.

 

Individuo X – Día 2-4-6…

¿A dónde coño se han ido nuestras almas expresivas?

Más que nunca, el arte se ha degenerado.

¿Qué buscamos?

Estamos olvidando el significado real de dejar huella humana ante nuestra inminente desaparición.

¿Dónde están las inquietudes?

Ese nuevo espacio virtual, en la que los falsos filósofos y proclamadores de artes vulgares llamarían el nuevo “Ágora”.

El círculo de falsos artistas que a la vez hacen de críticos, que escuchan y oyen las obras que ni ellos mismos saben juzgar, ya que para ello, deberían primero tener esa base necesaria de la que carecen.

Se buscan los 15 minutos de fama antes que la propia inquietud.

Toda forma de expresión es aceptada. Con los brazos abiertos. Todo vale. Hay más inquietudes que nunca. ¿En serio?

Que hayan más inquietudes que parten de personas sin base no las hace más ricas, sino todo lo contrario. No todo vale. Una montaña de arena en una esquina no es arte. Hay más copias que nuevas perspectivas. Engancharnos a la corriente de que toda forma de comunicación es arte, es ensuciar el significado de una verdadera inquietud, es matar nuestra existencia.

No todo es talento, por mucho que todos puedan expresar lo que ellos creen que es “su talento”.

¿Progresión? Más bien recesión.

La posibilidad de aprehender todo lo que se quiera con tutoriales en la nube no es progreso, es la señal de que estamos en la peor época para que nazcan nuevas perspectivas.

Es la peor época para el arte.

 

De nuevo, hago llamamiento a no posicionarse. Se presenta el blanco y el negro, pero hay toda una paleta de configuraciones posibles. Cada cuál configure la suya, aunque luego la deje marchar, pues de nuevo, no hay que posicionarse.

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