Alrededor de un milllar de personas (en la foto) se manifestaron ayer, lunes 30 de julio, en Valencia, para protestar contra los recortes y la subida del IVA que el Gobierno ejecutará a partir del próximo 1 de septiembre.

Representantes del mundo de la cultura valenciana (músicos, actores, productores, directores, guionistas, técnicos…) y consumidores, se concentraron frente a la Delegación de Gobierno de la Comunidad Valenciana para mostrar su indignación ante lo que consideran un «abusivo» aumento de los impuestos para las actividades de orden cultural. Los manifestantes, que ven en esta medida «el definitivo golpe de gracia para un sector«, interrumpieron el tráfico de la céntrica calle valenciana durante más de 3 horas bajo la atenta mirada de varios dispositivos policiales.

Entre las últimas medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, se encuentra el incremento del 8% al 21% del impuesto del valor añadido (IVA) sobre el precio de las entradas a salas de cine, teatros, festivales musicales y conciertos. Unas medidas que, según los manifestantes, «afectarán a artistas y a todos los agentes que participan en la producción y difusión de la propia actividad artística (discográficas, distribuidoras, promotores, salas, teatros, empresas de promoción y comunicación o técnicos)«.

La subida del IVA y el incremento de las retenciones del IRPF aplicadas mediante decreto ley al sector de las industrias culturales equivale, para los representantes de la cultura, a «un torpedo dirigido a la mismísima línea de flotación del sector cultural en todas sus vertientes. Un sector que ha demostrado ser de los más productivos de nuestra industria y que da empleo a cerca del 3% del empleo total en España«.

Para David Jiménez-Zumalacárregui, promotor de conciertos, «esta mayor carga impositiva la sufrirán tanto las empresas que se dedican a la producción cultural como los propios consumidores, con la consiguiente bajada en el consumo que se traducirá en pérdidas, falta de competitividad, despidos y una situación realmente catastrófica de un sector ya de por sí tocado«.

La medida está envuelta de polémica ya que, por ejemplo, espectáculos como el fútbol y los toros han sufrido subidas apenas apreciables de los impuestos en comparación con los 15 puntos que tendrá que soportar la industria cultural; unas nuevas cargas que, además, sitúan a España en el pelotón de cabeza de los países europeos que más graban en este sector (Francia y Alemania, por ejemplo, graban un 7% frente al 21 español).

Para los representantes de la cultura: «aparte del drama económico, también hay que contar con el desastre y la pobreza intelectual que supone para cualquier sociedad la carencia de profesionales y realización de espectáculos culturales«.

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