Descubre a Ela VinEl sutil coqueteo entre el pop melódico y la chanson francesaSergio F. Fernández 15 noviembre, 2016 Huele a azahar en la ciudad. Decides hacer un alto en el camino para saborear una copa de vino bajo el sol cálido que deshiela el frío del invierno. Te recreas en un pensamiento, un recuerdo, una emoción que te transporta a otro lugar. El tiempo se detiene mientras todo gira a una velocidad difícil de controlar. Y presa de ese instante, te dejas llevar… y es que huele a azahar en la ciudad. Así es Ela Vin, una caricia sensorial. Con un estilo atemporal, personal y sutil difícil de clasificar y etiquetar, sus canciones narran historias en las que cualquiera podría ser el protagonista. Ellas mismas se definen y eligen su forma convirtiéndose en entes vivos con personalidad propia, tal y como puede percibirse en su trabajo, sin abandonar ese hilo conductor que las convierte en una obra mayor. Ela Vin y su primer trabajo, Solitoria, es fruto de un crecimiento personal y musical que empieza a gestarse hace años, presumiblemente desde su niñez, y de ahí su madurez. Ligada siempre a la música tanto en formación como en distensión sus referentes son extensos. Desde los Beatles en su infancia, los grupos de la movida y pop español de adolescencia, amante del impresionismo musical francés, de intérpretes y compositoras femeninas como Billie Holliday, François Hardy, Chavela Vargas, Carla Morrison, Natalia Lafourcade, Christina Rosenvinge, como masculinos, Damian Rice, Ben Howard, Elliott Smith, Nacho Vegas, Quique Gonzalez, pasando por los clásicos del rock hasta llegar Yann Tiersen. Huyendo de las etiquetas musicales, parte de la emoción como principal recurso y motivación compositiva, esencia pura en el nacimiento de sus canciones. Emoción que se refleja en la línea melódica de su voz. Utilizando los instrumentos para la creación y expresión, esta compositora se mueve entre la guitarra, ukelele, acordeón y piano, aportando frescura y versatilidad tanto en sus directos como en su primer trabajo de estudio. Con un estilo personal y sutil, las canciones se pasean entre la dulzura folk, el pop minimalista y la chanson francesa, induciendo dulcemente a un viaje interior. Ahí reside la magia, su pureza y una extremada sensibilidad que no deja indiferente. Hacer Comentario Cancelar RespuestaSu dirección de correo electrónico no será publicada.ComentarioNombre* Email* Sitio Web Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.