Es un día como otro cualquiera, te levantas, te vistes y sales a la calle, inicias la rutina diaria pero rara es la ocasión en la que una mujer pueda hacer un trayecto sin encontrarse con miradas o comentarios sobre su aspecto físico, comentarios  teñidos de halagos o directamente groseros y así día tras día y sin darnos cuenta nos hallamos ante el nivel más bajo de abusos que puede sufrir el género femenino.

Si bien este tipo de abusos se pueden padecer en diferentes ámbitos, tras el comentado ‘caso Weinstein’, del que ya os informamos en Redacción Atómica, me ha parecido relevante tratar el acoso al género femenino en el mundo laboral.

Seguro que no soy la primera mujer que ha sentido que en una entrevista de trabajo no estaban evaluando solamente su experiencia laboral; notas que tu escote o en su defecto la ausencia de él puede formar parte del proceso de selección y esto ocurre en diferentes sectores de la población además de ser inmediatamente juzgada si decides comentar la situación, como afirma la escritora Virginie Despentes en su libro ‘Teoría King Kong’: “ En nuestra cultura, desde la Biblia y la historia de José en Egipto, la palabra de la mujer que acusa al hombre de haberla violado es una palabra que ponemos inmediatamente en duda. He aquí el hecho aglutinador, que conecta a todas las clases sociales, todas las generaciones, todos los cuerpos y todos los caracteres.” Que ese tipo de cuestiones sean elementos de cohesión es verdaderamente preocupante.

Centrándonos en el caso de las denuncias al productor desde mi punto de vista todas las declaraciones relatando esos episodios de abusos gozan de veracidad, numerosos son los hombres que usan esa situación de poder para camuflar sus inseguridades y vejar a mujeres considerando que están a su merced.

Pero lo más preocupante es el silencio de la industria de Hollywood, ese silencio a gran escala, imperdonable. Entendemos, por desgracia, que una chica que esté comenzando prefiera guardar silencio para ganarse un puesto en la industria, pero que actrices como Angelina Jolie albergando esa posición de poder  desde hace muchos años en Hollywood  no haya comentado su experiencia es a cuanto menos cuestionable, la excusa del miedo no cuadraría y plantea numerosas cuestiones. Un episodio peor y aún más revelador  es que actores como Matt Damon o Russel Crowe estén en el punto de mira por ayudar a encubrir a su colega Weinstein siendo conocedores de esos abusos sexuales a numerosas actrices.

“Es un riesgo inevitable, es un riesgo que las mujeres deben tener en cuenta y deben correr si quieren salir de su casa y circular libremente. Si te sucede, levántate, dust yourself, desempólvate y pasa a otra cosa”. Me parece muy crudo que estas palabras sobre la violación de la controvertida feminista Camille Paglia tengan que convertirse en realidad y que las mujeres solamente tengamos que aceptar nuestra situación de indefensión. Estas terribles noticias tienen que servir para poner en conocimiento y denunciar cualquier manifestación de abuso sexual y no quedarse en la sombra, en silencio por miedo y sobre todo no tenemos que dudar de testimonios de tal crudeza.

Debemos lucha por la equidad y por nuestra identidad femenina sin que nos menosprecien por ello. Fight like a girl.

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