Entrevistamos a: Mastodonte (Asier Etxeandia y Enrico Barbaro)
Redactor: Pablo Castellano
Género: Electrónica / pop
País: España

Con la excusa de entrevistar a los componentes de Mastodonte, proyecto que experimenta con la música electrónica y las variedades del canto, La Trinchera de Madrid decidió abrir las puertas a Redacción Atómica la semana pasada. Allí estaban Asier Etxeandia y Enrico Bárbaro, artistas de pose y ego, aunque fundamentado, y es que la conversación con ambos fue todo un gusto, dando lugar con cada una de sus respuestas a un proceso de idas y venidas en el que se tocaron temas amplios. El vasco, que aúna gesto e intelecto, se decidió por hablar largo, tendido y sin tapujos sobre la génesis y el futuro del disco; el de Nápoles, aunque más tímido, se ocupó de poner la guinda con los matices que derivan de la emoción y el sentimiento. Esto es lo que nos cuentan: 

En primer lugar y a nivel individual, vuestra vida siempre ha estado ligada de alguna manera a la música. En este sentido, ¿qué significa y qué supone la música para cada uno de vosotros?

Asier: Es jodido. Responde tú, Enrico (se ríe).

Enrico: Es lo único que he hecho desde los 15 años, y ahora tengo 49. La música me acompaña desde la adolescencia, desde los primeros discos que me compré y los primeros conciertos, hasta terminar por convertirse en mi trabajo, en mi ocupación. En mi felicidad.

Asier: Para mi ha sido una obsesión, mi principal patio de juegos, donde yo podía desarrollarme no solo imaginativamente sino como persona. Las canciones me han ayudado a entenderme a mi mismo. Siempre la he entendido como un objetivo, así como un espacio de creación, donde yo sabía que podía desarrollarme porque era el lenguaje en el que yo quería vivir, no solo por el sonido sino por todo lo que la música conllevaba, desde cantar una canción hasta contarla, pasando por la atmósfera de un disco, por la emoción que crea y por el público que la recibe. Todo esto me ha hecho formarme como artista, y la música ha sido mi mayor inspiración siempre, en cualquier trabajo que haya hecho.

A nivel grupal, se os ha podido ver juntos en ocasiones anteriores. ¿Qué os ha llevado a juntaros de nuevo para este proyecto? ¿Hacia dónde apunta?

A: Yo creo que, en principio, estamos muy felices porque hemos sido muy honestos con lo que queremos hacer, con encontrar un sonido, con el trabajo de mesa, de cuál es nuestro universo. Y queremos seguir en este proceso, queremos seguir en irnos descubriendo como artistas, plantearnos qué es lo que queremos contar y con qué sonidos hacerlo. En definitiva, cuál es la identidad que queremos tener.

E: Lo que queremos es tocar en directo, ese ha sido el motor de todo esto. Luego ya ha venido la parte intelectual, el pensar el arco narrativo, los conceptos. Pero primero hemos querido crear un material para poder dar conciertos.

A: Pensar cómo hacer mover los culos, en definitiva.

¿Ha sido muy costoso el proceso de sacar a la luz el disco?

A: El mastodonte se ha manifestado de muchas maneras el hijo de puta, se nos ha puesto delante gente que ha intentado interesarse y engañarnos, situaciones difíciles que había que afrontar y parálisis física directamente, por miedo a las situaciones que nos enfrentábamos.

E: Al fin y al cabo uno de los obstáculos más grandes es la inseguridad, el preguntarte si le interesará a los demás lo que estás haciendo, si es interesante realmente. Y este es un objeto que, curiosamente, te pones tú. El concepto de mastodonte va de esto.

A: Eso es. Es algo que vamos descubriendo poco a poco. Para nosotros cada uno tiene su mastodonte personal, es decir, ese algo que te persigue, que no te deja respirar, bien sea el rechazo de la sociedad que te oprime, el miedo a la muerte, el miedo a no verte aceptado… algo que no te permite realizarte como persona. Ante esto solo caben dos opciones, dos maneras de enfrentarte a estos mastodontes: ser tú o utilizar una energía mastodóntica. Nuestro mastodonte era el no medir que, cuando vas a hablar de un tema, no sabes cuánto te va a afectar ese tema. Y el tema nos ha afectado, y enfrentarte a esto han sido hostias muy gordas. Pero creo que lo hemos sabido traducir y hemos conseguido utilizarlo como material.

A nivel de contenido, se puede apreciar que hacéis referencias al baile y ensalzáis en cierto sentido el entusiasmo, pero esto es algo que se ve contrarrestado por las referencias al glaciar de la canción homónima, o también por ciertos toques fríos e incluso decadentes. ¿Qué estado de ánimo hay detrás del disco?

A: Yo creo que es que es todo, como en la vida de un ser humano pasas por varios lugares, que van desde la alegría hasta momentos en los que te quieres cortar las venas, y creo que todos son interesantes para contarlos. A mi me gusta bailar la pena, creo que es una buena forma de trabajar. Es decir, me interesa poner sobre la mesa las penas y los dolores y exponerlos, compartirlos, darles un toque de humor, poder bailarlos… Me considero bastante bipolar como para quedarme solo en un estado de ánimo, para tocar un solo concepto. Creo que la sensación del ave fénix y de tocar fondo para elevarse es algo que tenemos todos.

E: El disco tiene un arco narrativo, me gusta pensar que es algo que se puede leer. Pero por otro lado digo: que cada uno encuentre lo que quiera encontrar. Sabemos que las canciones son diferentes entre ellas, que transitan por diferentes estados, y es por eso el proceso de ordenamiento en el que cada canción tiene su propio lugar.

 

A nivel formal, a lo largo del disco tocáis varios registros, pero también dentro de cada canción se puede ver una variedad de elementos muy basta. Pongo por ejemplo el contraste que se da entre la contención de Enrico a la hora de diseñar la música con el desgarro, las subidas y bajadas de la voz de Asier. Vale que esto esté apoyado en un placer de la búsqueda de nuevas formas y de la experimentación por la experimentación. Pero más allá de ello, ¿hay detrás de todo esto una voluntad de escapar a la etiqueta y de no ser definido?

A: Totalmente. Además es una lucha que tenemos continuamente. Gente que ha escuchado el disco se descerebra en ponernos una etiqueta, en encasillar el disco en un estilo musical. Pero es de esto de lo que huimos, primeramente porque nuestras inspiraciones son muy dispares. Me gusta que un artista sea coherente con lo que es. No soporto la gente que “va de”, ese mundo tribu que se basa en decir “me gusta el rock y solo hago rock porque es lo que mola”. A mi me gusta la gente original, la que sabe cuál es su lenguaje. Hay que escapar de los lugares comunes. Prefiero cantarte una jota y después ir a un concierto de cualquier otra cosa, y me lo flipo igual, ¿por qué no?

E: Mientras seas auténtico. De lo que se trata es de levantarte y decir: “vale, me siento así”, y que nadie te tenga que decir lo que tienes que hacer. Se trata realmente de que sea tu sonido. El tema del viaje es muy importante en este sentido. Lo bueno del viaje es la posibilidad que te da el ir a vivir a otro país de presentarte a gente que no te conoce de nada, y entonces puedes interpretar otro papel totalmente diferente al habitual porque no son tus amigos de toda la vida. Este poder presentarte a otra gente de una manera totalmente conocida a la que has tenido hasta ese momento, puede parecer esquizofrénico, pero es auténtico, potente.

A: Al fin y al cabo nuestra identidad es no tener identidad.

Prensa y público pueden decir misa sobre la interpretación de un disco, incluso a la hora de juzgarlo, pero yo tengo la teoría de que es el artista el único que puede juzgar verdaderamente su obra, precisamente porque es él quien conoce la intención y la idea originaria para poder compararla con el resultado final. En este sentido, ¿estáis conformes?

A: Estoy de acuerdo con esto. Claro que sí. Nadie sabe realmente los porqués. Todo el mundo opina, ahora con las redes sociales más, pero ¿quién ha pedido su opinión? Si te interesa bien, y si no, no lo consumas. Tenemos un porqué muy contundente, nada de esto es gratuito. Esto es lo que hacemos, da igual si es bueno o malo. Pero está claro que yo no tengo por qué escuchar la opinión de otros, precisamente porque lo que hemos hecho es coherente con cómo somos. A aquel que me comenta “yo esto no habría hecho esto así” solo puedo responderle que efectivamente, él no lo habría hecho así, pero yo sí. A toda esta gente les preguntaría ¿vosotros nos veis a nosotros cuando lo escucháis? Seguramente digan que sí. Pues ya está, es así efectivamente.

Ya a nivel más pragmático y de promoción ¿cuándo se va a publicar el disco? ¿Tenéis ya alguna fecha de concierto en la agenda? ¿Habrá Mastodonte para rato?

A: Yo espero que habrá Mastodonte hasta que nos muramos, ¿verdad, cariño mio? (bromea con Enrico)

E: Sí, espero que esto pueda durar, ya estamos pensando en próximos temas.

A: El disco sale en noviembre, aunque la fecha aún no está clara. Respecto a los conciertos, tenemos el primero en la Sala Barceló de Madrid el día 20 de noviembre… muere Franco, nace Mastodonte (ríe). Me encantan las casualidades, las causalidades son la poesía de la vida.  El 23 de noviembre tenemos un segundo disco en la Sala Apolo de Barcelona. Un tercer concierto será el día 29 en Bilbao. Estas van a ser las tres presentaciones del disco. Lo que saldrá el día 15 de octubre es el segundo paquete…el quinto acto al que llamamos Éxodo y que está compuesto de tres canciones: Malenka, Glariar y Este Amor, que pertenecen todas a un mismo acto, a un mismo concepto.

En tu caso, Asier, estas familiarizado con la puesta en escena… ¿tenéis planteada alguna puesta en escena radical o elaborada para los conciertos?

A: Sí, estamos en esa búsqueda. Lo que pasa es que la posibilidad de llevar a cabo la puesta en escena con la que soñamos es todavía pronto para plantearla. Pero sí, a mí es lo que me interesa, lo que me divierte y me gusta. De manera que sí, por supuesto siempre va a haber puesta en escena, es nuestra manera de hacerlo. Yo con lo que sueño es con llevar a escena mis canciones. Además, Enrico tocando los instrumentos puede recrear todas las atmósferas. Va a ser un in crescendo. Desde el primer concierto yo ya me estoy volviendo loco por encontrar los porqués de todo, de cada estética, de cada foco, de cada frase, de cada movimiento…

E: Podemos tener estas ideas, pero no tenemos la producción de Lady Gaga…

A: ¿Pero qué es eso de Lady Gaga, Enrico? Yo no salto desde un estadio, yo voy a saltar desde la Torre Eiffel, me empotro, y ahí termina la performance (se rien).

Imagen de la entrevista: Mastodonte y Pablo Castellano.

Entrevista: Pablo Castellano

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