Entrevistamos a: Toni Aura (Verlag System)
Redactor: Cynthia Cruz
Género: Festivales
País: España

No sabemos qué le habéis pedido a las estrellas fugaces en estas noches estivales que recorren de punta a punta el país, en Redacción Atómica podemos decirlo al unísono sin miedo a equivocarnos: que volviese a sonar la música en directo.

Que sonara más fuerte que nunca, que el público volviera a intercambiar miradas de complicidad ante otra gran actuación, y, sobre todo, que estuviéramos allí para verlo. Pues bien, parece que los astros y un gran esfuerzo por parte de Verlag System, uno de los sellos punteros de la escena independiente valenciana, han intercedido para cumplir nuestro deseo.

Este próximo viernes 24 y sábado 25, el auditorio de La Mutant abrirá sus puertas, excepcionalmente en temporada estival, para acoger uno de nuestros eventos favoritos, el Tagomago Fest. Desde las 17 de la tarde en ambas jornadas desfilarán algunas de las propuestas más atractivas del panorama underground. Un cartel con carácter patrio, dadas las circunstancias y con un notable sabor valenciano. VVV [Trippin’ you], Mausoleo, Alfa Estilo o Somos la Herencia son algunos de los nombres que completan un cartel tan oscuro como magnético.

Con motivo de tan feliz coincidencia, Toni Aura, fundador de Verlag System y por tanto principal promotor del consolidado festival, nos ha concedido el placer de intercambiar unas palabras con él. Os dejamos a continuación con algunas de las interesantes reflexiones que ha compartido con nosotrxs:

“¿Ha supuesto esta situación una oportunidad para reformularse o por el contrario supone un agravio sin precedentes? ¿Cuál es la balanza de la crisis sanitaria en el mundo de la cultura y la música? ¿Se percibe esta situación como una reflexión obligatoria para el modelo existente de conciertos y, especialmente, festivales?

La música popular o el concepto pop, que es por el que básicamente nos regimos en las músicas electrónicas, alejadas del academicismo de conservatorio, la oveja negra de la familia cultura y del arte de escenario. En mi opinión por ahora no goza del amplio reconocimiento social que tienen otras artes escénicas pese a los intentos desde asociaciones o iniciativas privadas e incluso públicas (pienso en el ciclo de conciertos del Palau de la Música del año pasado y el anterior), no son vistas por la mayoría como “cultura”.  Creo que en multitud de ocasiones se asocia exclusivamente al mundo del espectáculo o de la industria turística. Los tres elementos pueden ser compatibles a veces. […] La finalidad del festival Tagomago no es lucrativa sino divulgativa y puramente cultural, sino no partiríamos del modelo de iniciativa que venimos desarrollando. Es decir, buscaríamos otra figura jurídica, no la de una asociación cultural o cuando se dio el momento nos hubiéramos prestado a indicaciones de algún patrocinador privado, nos hubiéramos alejado de un espacio como La Mutant buscando salas de conciertos más céntricas, no hubiéramos consensuado líneas de actuación o iniciativas sociales con nuestros patrocinadores públicos, hubiéramos abogado por otra línea de perfiles para la contratación de artistas. […] En cuanto al impacto automático de la crisis sanitaria, pues ha sido jodido especialmente para los macrofestivales y también para los microfestivales y los conciertos de sala. Todos, sin excepción, por motivos sanitarios y legales, han tenido que cancelar o aplazar programación. El virus no distingue de abonos, entrada de día, grandes o pequeños aforos. Lógicamente, a mayor número de espectadores mayor probabilidad de contagio, pero como cualquier sector económico abierto al público la música ha sufrido las consecuencias de la COVID-19.

Si bien la mayoría de festivales, tanto de gran como mediana o pequeña envergadura, han optado por posponer anualmente su edición ¿cuáles son las motivaciones qué ha llevado a la organización del Tagomago Fest a mantenerla? El criterio cualitativo frente al cuantitativo siempre ha supuesto un eje definitorio del festival ¿esto facilita la situación a la hora de plantear su continuidad?

Uf, no nos hemos planteado esto la verdad. En todo caso, para nosotros, como te comentaba antes por nuestra figura jurídica, la cancelación no suponía un problema. En este desarrollo hay un importante componente vocacional.

El único pero del aplazamiento inicial de la primera fecha ha sido las pérdidas económicas que ha supuesto. Por ejemplo, teníamos unos vuelos ya contratados para un grupo europeo que finalmente no puede actuar. Nos da rabia esto pero por suerte no es algo que suponga el fin de nuestra entidad.

Cuando comencé a trabajar en una fecha alternativa con Marta Banyuls fue a comienzos de abril, que era el fin del momento más duro de la pandemia, cuando se alcanzaba el pico de contagios y comenzaba a hablarse de la posibilidad de doblegar la famosa curva que ya todos conocemos. Se comenzaba a vislumbrar algo de luz en el horizonte entre tanta “foscor”. La palabra que más repetíamos en las conversaciones por videoconferencia era “incertidumbre”. Inicialmente hablamos de irnos a otoño porque todo se veía muy, muy mal. Sin embargo teníamos la sensación de inestabilidad hacia un lado u otro y de que todo esto iba variando de forma muy rápida e intensa. Como finalmente así ha sido.

Es decir, no era tanto tomar la decisión de que el Tagomago Fest vol 6 no se realizara sino de reestructurar y reorganizar rápidamente el interior del festival. […] En ese sentido sí que hemos percibido lo que es “la nueva normalidad” porque el cartel inicialmente desarrollado para junio ha variado a la carrera para julio. Como decía Daniel  Cerdán, uno de los responsables de la dirección artística del festival este año, en una entrevista de radio recientemente, encontramos pros y contras para la reelaboración, muchas bandas con ganas de tocar buscando conciertos como locos por las cancelaciones y por el contrario poco tiempo para cerrarlo todo y más condiciones administrativas que nunca. 

Vamos que en nuestra mente estaba claro que si había que cancelar por causa mayor se cancelaba sin problemas y si finalmente se podía sacar adelante, como ha ocurrido y colaborar con el ayuntamiento en el desarrollo de una programación en La Mutant, así lo haríamos.

La mayoría de las bandas que confeccionan el cartel pertenecen al ámbito local ¿cuál es la radiografía actual de la escena creadora valenciana?

Me pillas un poco descolgado. El año pasado ya colaboré con Sonoras para la dirección artística del festival y para la edición de este año el comisariado artístico se lo hemos cedido a parte del equipo de Dissabte Negre y La Residencia. Motivo la familia. Sigo coordinando y dirigiendo el festival pero al ser papá he descargado trabajo. ¿Por qué te explico esto? Porque afecta a mi día a día. Además de la pandemia, este último año mi vida ha estado condicionada por el embarazo de mi mujer que no me ha permitido ir a ver tantos conciertos.

Sigo viendo, escuchando y leyendo discos, rrss y publicaciones. He ido a algún concierto, recibo material y escucho bandas de la ciudad. De hecho, el confinamiento me sirvió para ponerme al día.

En estos momentos mi sensación es que sigue habiendo cambio de cromos. No veo mucha diferencia en cuanto a bandas y músicos de hace 5 o 6 años a la actualidad. Ha habido casos de la aparición de proyectos nuevos en València a lo largo de este último lustro, pienso en Sufre, que nació como grupo musical y rápidamente lo compaginó con una faceta de promotora; el club Umbral, ya desaparecido, y una de sus fundadoras, Adriana Petit, que actuó en Tagomago Fest el año pasado o la instalación en la ciudad de Sergi y Andrea de Wind Atlas procedentes de Barcelona o La Plata. En la mayoría de casos no es gente nueva en la escena o desconocida en el circuito musical de la ciudad. Por citarte algún caso, Morgan de Sufre vivía en Madrid antes de trasladarse a Valencia y trabajaba de runner o los ya mencionados antes el guitarrista y la vocalista de Wind Atlas, que antes de su llegada ya les monté conciertos en una etapa previa con La Cúpula del Trueno.  Después están los que tenían proyectos previos en la ciudad, como María de La Plata y Alfa Estilo, que la aprecio y sigo desde hace años, que tocaba  la guitarra en Las Carmona y Diego Escriche en Acapulco, que si no recuerdo mal sonorizaba conciertos en La Llimera en la etapa de Magazine. Dentro de estas propuestas novedosas, que no recientes, porque ya llevan unos años entran dos bandas del cartel como son Mausoleo y Alfa Estilo. Y más reciente Sistema, que pertenece al apartado que te decía previo de bandas que se alimentan de otras ya existentes. Aún así, como te digo ando desconectado y estoy convencido que València sigue generando bandas en distintos ámbitos y esferas de la ciudad y su área metropolitana. Hablamos de más de un millón de habitantes así que tienen que salir bandas nuevas sí o sí todos los años. Es lógico.

La oscuridad, la crudeza, sonidos envolventes que promueven tanto la introspección como los estallidos de la violencia más refinadas. Estos elementos pertenecen a la tónica habitual de los grupos que forman parte de las sucesivas ediciones del Tagomago Fest. Como expertxs y conocedores de los procesos creadores ¿creéis que en cierta manera toda esto ha supuesto una fuente de inspiración para ellos y ellas?

Es cierto que en varias ediciones hemos apostado por grupos de esta línea que comentas pero puede que esta edición sea en la que más hemos profundizado en el estilo o la etiqueta que se llama post-punk en la actualidad o que por lo menos más nos hemos cerrado en cuanto a un estilo. Por el festival han desfilado sonidos industriales previamente, pienso en la impactante primera visita de Esplendor Geométrico a València que fue en la segunda edición o sin ir más lejos, Antiguo Régimen en la tercera edición, Lazharus hace dos años o en Chiens de Chasse y Lydia Lunch el año pasado.

El post-punk es un estilo de lo que suelo denominar cajón desastre. Si te vas a sus orígenes This Heat no tiene que ver nada musicalmente con Joy Division The Pop Group. Estoy terminando de leer el libro nuevo sobre Joy Division firmado por Jon Savage y, por ejemplo, pese a pertenecer al mismo estilo, el grupo de Ian Curtis y The Fall, lo único que tenían en común era su ciudad, Manchester.

Con todas las similitudes, que puede que sea más de concepto o composición, las bandas oscuras o crudas que dices tú, emplean acordes menores en sus composiciones y se alejan de la composición tradicional para introducir disonancias, ruido, sonidos de campo o elementos y matices ajenos la definición clásica de música, tienen diferencias estilísticas entre ellas. Dicho de otra forma, Mausoleo no tiene nada que ver musicalmente, en mi opinión, con Dame Área, por citarte dos grupos que actuarán en el festival este año. Creo que se mueven en ámbitos instrumentales, musicales y compositivos completamente distintos.

El público ¿qué puede y debe esperar tanto de este evento como del panorama musical en los próximos tiempos? ¿Existe ese miedo y temor a volver a formar parte de la vida cultural o pesan más las ganas y la ilusión contenidas durante estos meses?

Nuestra pretensión no es inventar la Coca-Cola. Es una propuesta humilde en la que damos a conocer bandas que por desgracia no pueden pisar habitualmente grandes escenarios o que les ponen muchas veces, si los pisan, en horarios marginales de la programación. De igual forma suele haber, este año desgraciadamente no será así por la COVID-19, una proximidad directa entre el músico y el espectador. El que viene ya sabe lo que hay.

En cuanto a la segunda pregunta retomo la pregunta introductoria que me hiciste. La COVID-19 nos afecta a todos y como vienen repitiendo y advirtiendo las autoridades hasta que no exista un tratamiento o una vacuna hemos de ser responsables porque aquí el bicho te lo llevas puesto vayas donde vayas. Eso quiere decir que no hemos de tener pánico o estar aterrorizados que hay que retomar hasta cierto punto la normalidad. Hasta cierto punto quiere decir que hay que insistir  en la responsabilidad que tenemos hacia nosotros y los que nos rodean. Por otra parte están las personas que pertenecen a grupos de riesgo por edad o por enfermedades. Respecto a esta gente también hemos de ser responsables porque muchas veces entramos en contacto con ellos. 

Desde La Mutant y el festival venimos advirtiendo que se aplicarán unas medidas nuevas de seguridad aprobadas por el consistorio y por otra parte, que aquellos espectadores afortunados, que este año vengan a Tagomago Fest, que cuidándose a si mismos cuidan a los demás deben seguir las recomendaciones de las autoridades: lavarse las manos, guardar las distancias y venir protegidos con una mascarilla. Creo que si seguimos estas advertencias de la comunidad científica y las autoridades y empleamos el sentido común cualquier temor terminará siendo superado por la ilusión.”

Pues ya lo habéis oído, conciencia individual y colectiva, reivindicación, post-punk y mucha, mucha ilusión. Eso son tan sólo algunos de los ingredientes que formarán parte de esta edición, coronada con la participación de Sono·lab, el primer laboratorio sonoro experimental de Valencia. Una experiencia de realidad virtual que seguro no deja indiferente a quienes asistan.

¡Ah! Y para quienes queráis asistir a este festival que se ha consagrado como uno de los pocos oasis del buen hacer musical, más vale ser previsores el día del evento. Tanto la jornada del viernes 24 como sábado 25 de julio han conseguido colgar el cartel de sold out. Afortunadamente queda un 5% reservado en taquilla que se pondrá a la venta el mismo día del evento. Así que, ya sabéis, tanto lxs afortunadxs que ya tienen la tranquilidad de tener su entrada y poder asistir como a aquellas personas que se han dejado llevar por la duda y ahora están profundamente arrepentidos, acudir temprano a la cita. Dejaos llevar por la oscuridad y la electrónica más avanzada, pero respetando las distancias, haciendo que merezcan la pena los dolores de cabeza y el esfuerzo que vuelcan en cada edición la buena gente de Verlag System.

Por Cynthia Cruz

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